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Las calles son su escenario, un semáforo en rojo y el trafico son los mejores aliados para poder demostrar su destreza.Gustavo Guamán

Fotorreportaje: las historias detrás del arte callejero en Quito

De norte a sur, un equipo de EXTRA recorrió las avenidas de la capital, donde varias personas destacan por sus shows en los cambios de semáforo. 

Aunque Quito se encuentra en semáforo amarillo debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19, un semáforo rojo es la oportunidad para estos artistas de calle, que en apenas en 30 o 50 segundos que dura el cambio de color, tienen la oportunidad de ganarse unos centavos, que los asombrados conductores les colaboran.

Las calles de una ciudad que superó el número de contagios a Guayaquil son testigos de las habilidades de estos jóvenes, que pese al riesgo no les queda otra manera de ganarse la vida, ya que no hay fuentes de empleo.

En algunos casos como el de Gabriel Solórzano, un joven esmeraldeño que a pesar de su discapacidad por la pérdida de sus extremidades superiores por la caída de un rayo hace mas de 10 años, se las ha ingeniado como todo un 'Gepetto' para recrear y hacer bailar a su amigo Pinocho, quien le acompaña todo el día en las calles Amazonas y Orellana.

Lo mas satisfactorio para un artista de calle, es cuando su esfuerzo es reconocido, ya que con ello sustentaran a sus familias.Gustavo Guamán

Más al norte, en las avenidas Mariana de Jesús y América, esta toda una fiesta como si hubiese en un circo. Son el dúo “Venecob”, que fusionaron los ritmos tropicales y los malabares. Los extranjeros transmiten alegría a pesar de los momentos duros que vivimos.

Durante 30 segundos o más mantienen el equilibrio y el ritmo, para realizar un buena performance..Gustavo Guamán

Cuando cae la tarde y la noche es el turno de Dennis, un malabarista que le gusta el riesgo. En ocasiones utiliza fuego, pero debido al clima lluvioso no se complica, así que se acomoda con tres machetes para realizar su riesgoso acto. Vive del día, lo que recoge es para su alimentación y hospedaje. Y si no logra sacar los 8 dólares que cuesta el alquiler de la habitación, no le queda de otra que dormir en la calle.

No importa el acto que tengan que realizar ni el clima... todo vale para ganarse unos centavos.Gustavo Guamán