Cada vez que Anthony Pilco sale para sus recorridos turísticos lleva consigo un hueso de muerto y una botella con un preparado de hierbas para espantar a los ‘cucos’.

El guía turístico, de 24 años y conocido como Chirisike, ha decidido mostrar el lado menos conocido de Quito. Realiza recorridos por túneles subterráneos, catacumbas, viejas fábricas y espacios que a cualquiera lo espeluznaría.

Ha tenido experiencias paranormales que acabaron con su escepticismo. “Yo no creía en esas cosas, decía que no existían, pero sí”, comenta.

Y es en el Centro Histórico, la parte más antigua de la capital, donde aparentemente las almas siguen deambulando por las viejas paredes de un metro de ancho.

“La arquitectura colonial es muy particular. En esas anchas paredes de adobe se enterraban a las personas, sobre todo a las más pobres”, explica.

Estos muertos se habrían quedado en esas estructuras, aunque en la mayoría ya fueron retirados sus huesos y los entierros (pequeños tesoros que dejaban sus dueños).

“Por eso ahora pido permiso a todos los lugares a los que voy a entrar. Es necesario mostrar respeto”, dice.

DOCTORES DEL MÁS ALLÁ

Contar la historia de los sitios requiere de una investigación previa. Es por ello que antes de hacer el recorrido por el antiguo Hospital San Juan de Dios –ahora Museo de la Ciudad–, Chirisike revisó documentos y fotos.

Allí –en una imagen del siglo XIX– se observan a los doctores que atendieron a enfermos. Vestían de blanco.

Días después realizó el recorrido con un grupo de personas. Para documentar su trabajo y promocionarlo acostumbra hacer fotos y videos. “Me quedé helado cuando vi a los doctores de la foto antigua en la foto que yo había tomado”.

Revisó una y otra vez y eran las mismas personas que ya estaban muertas. No había trucos ni montajes, pues él mismo había sacado la instantánea.

'MAL AIRE'

Eso no es todo, aunque él les pide a los turistas que hagan una oración para pedir permiso a las almas, alguno se ha descompensado e incluso ha llegado a ver sombras.

“Así como hay energías buenas, hay energías malas. Y no sabemos qué podemos encontrar en los lugares que ya fueron habitados por otras personas”, agrega.

Para eso es el ‘menjurje’ de hierbas que lleva en el bolsillo y que huele: es una mezcla de romero, ruda, santamaría, de las plantas que se logra identificar. “No les voy a decir más porque es un secreto”, dice entre risas.

ES POSIBLE VER A LOS MUERTOS

Cristian Cevallos, experto en experiencias paranormales, explicó que sí es posible ver a las personas que habitaron espacios hace muchos años. “En sitios como ese hospital sí se quedan las energías de quienes murieron”.

Asimismo, la mezcla de plantas que lleva Anthony sí serviría para contrarrestar el mal aire. Según el experto, este cuadro no es más que la reacción del cuerpo ante presencias paranormales, por eso hay descompensaciones y otros síntomas. “Las plantas son las precursoras de la medicina moderna. Claro que pueden aliviar los síntomas”.

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