“La fila no avanza”, “el contagio es enorme”, “todo es un desorden”, entre otros fueron los reclamos que se escucharon la mañana de este domingo 7 de febrero, en las afueras de los 82 recintos electorales de la provincia de Santa Elena.

La jornada electoral empezó con retraso debido a la conformación de las juntas receptoras del voto en donde sus miembros no acudieron a ser parte de las mismas, la anomalía se sintió más en las zonas rurales de esta jurisdicción.

En las parroquias Colonche y Manglaralto, los votantes debieron esperar hasta más de una hora después del arranque de las elecciones para recién poder acceder al sufragio, “las personas son irresponsables, sabían que debían estar en las mesas y no vinieron”, comentó el ciudadano Marcelo Borbor.

Pero aquella novedad no fue la única, desde las 08:30 en adelante se conformaron enormes columnas de personas en las afueras de los recintos electorales, el caos fue más notorio en la capital Santa Elena en donde se sitúan las unidades educativas 24 de Julio y Teodoro Wolf, centros que son separados por una calle y fue aquella arteria que se llenó de cientos de personas.

“Nadie se cuida"

"Aquí el coronavirus vivito, esto si es terrible, nadie cumple el distanciamiento”, expresó Adelaida González, mientras bañaba en alcohol a su hijo Luis Santos, quien estaba en una de las enormes filas que se extendió hasta cuatro cuadras a la redonda en el mencionado sitio.

“Vine temprano para salir rápido y me encuentro con esto, ya llevo una hora y media en la fila y no se mueve”, expresó Santos mientras agradecía a su progenitora por el cuidado en su salud; “ni Dios quiera que te enfermes mijo, si tu eres el que mantienes la casa”, le decía la anciana a su muchacho.

En el colegio Rubira, recinto electoral de Salinas las columnas fueron de entre siete y ocho cuadras, similar situación ocurrió en el Unidad Educativa Antonio García del cantón La Libertad, en todos los lugares se produjeron reclamos airados de las personas por la disposición de no permitir a todos el ingreso a los recintos electorales y mantenerlos en las afueras.

En las puertas de los centros los delegados del Consejo Nacional Electoral encargados de tomar la temperatura corporal y colocar alcohol en la mano de los sufragantes no se daban abastos y los elementos policiales por momentos también apoyaban en la labor.

“Al parecer la mayoría de las personas han acudido por la mañana a votar, eso de los dígitos par e impar en principio causó confusión, pero al conocerse que no era obligatorio muchos han preferido acudir temprano a las urnas”, comentó Jorge Orrala.

VARADOS CON SUS PRODUCTOS

Aunque existió prohibición de venta de productos en los recintos electorales, algunos comerciantes buscaban la manera de poder obtener ganancias económicas durante los comicios, unos ubicaron sus improvisados negocios a tres cuadras de los recintos electorales.

“Aún tengo 200 sándwich de chancho”, decía Lourdes González, debido a que algunas personas se rehusaban a comprar debido a algún contagio por la cantidad de personas en los alrededores, “de esto vivo y tengo que trabajar”, lamentó la vendedora mientras incentivaba a los ciudadanos compren su mercadería.