Tortillas, bolones, papas rellenas, fritada, maduros lampreados, refrescos, colas, aguas, jugos, “le emplasticamos sus documentos”... todos estos negocios, durante el día de elecciones, se multiplican por cien.

Es que durante los sufragios, más de uno aprovecha para generarse un ingreso extra. Por ejemplo, doña Maritza Zúñiga, matriarca de su familia, aprovecha esta movida jornada para ganar un dinerito facilitándole la energía eléctrica a los comerciantes.

Su casa queda frente a uno de los recintos más grandes y concurridos de la parroquia Pascuales, al norte de Guayaquil, y la demanda de este servicio es tal que, con días de anticipación, los vendedores ya han separado turno para conectarse a su domicilio.

Pero este no es el único cachuelo de la familia. Sus hijas Mariuxi, Cinthia y María Fernanda Herrera también aprovechan la jornada para monetizar con el servicio de consulta de domicilio electoral.

“Nos instalamos en una mesa afuera de la casa con dos o tres laptops, se les pide la cédula, se les consulta y se les da anotado en un papelito el nombre del recinto, la dirección y el número de mesa”, explicó Cinthia.

Resaltó que la ganancia es bastante buena, teniendo en cuenta el trabajo que se realiza y que en realidad no tienen que invertir en nada. “No gastamos porque las computadoras son nuestras; el internet, la mesa y la electricidad son de la casa. La última vez ganamos $ 90, que nos repartimos en $ 30 para cada una”.

Lamentablemente, por la situación de la seguridad, han decidido no realizar este ‘cachuelo’ durante estas elecciones. “Como está la cosa no nos arriesgamos, nos pueden robar las computadoras o quién sabe hasta nos caen los vacunadores”, reflexionó.

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