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Los compatriotas se las ingenian para conseguir comida en la frontera.Cortesía

Ecuatorianos se arriesgan al cruzar la frontera

El frío, la falta de alimentos y la amenaza de ser deportados los tiene ‘paniqueados’. El canciller se reunió con padres de compatriotas varados.

Las peripecias que tienen que pasar decenas de ecuatorianos para huir de la invasión de fuerzas militares rusas a Ucrania se intensifican.

Así lo contó Dennys Oviedo, un compatriota que, luego de dos días sin descansar, logró cruzar la frontera hacia Polonia. El tren que lo llevó a él, a su hija de dos años, a su esposa y a otros tres compatriotas los dejó en Varsovia, la capital.

Sin embargo, ahí no tienen familiares ni amigos que los acojan. Hasta el cierre de esta edición, el joven, de 25 años, buscaba un lugar para poder cargar los celulares y comunicarles a sus allegados que estaban a salvo.

Oviedo dijo que durante toda la travesía que vivió no tuvo ayuda de ningún funcionario del Gobierno. “Todo el apoyo que nos brindaron era de Polonia, Ucrania y de organizaciones sociales suizas”.

Salió de Járkov, la tarde del viernes 25 de febrero. Rememoró que estaba atemorizado porque se escuchaban explosiones y disparos al aire. Cerca de ahí se encuentra Donbás, territorio en conflicto militar.

“Mi prima todavía se quedó, tenía miedo de salir porque se estaban formando desmanes”.

Oviedo añadió que en los límites entre ciudades, los militares están priorizando el traslado de ciudadanos ucranianos y están dejando a los extranjeros. Cuando llegaron a la estación de tren de Lviv, indicó que no había ningún funcionario ecuatoriano guiando a las personas.

Lo más difícil para el joven oriundo de Atuntaqui fue buscar comida y abrigo para su pequeña. Tuvo que recorrer varios refugios para encontrar un plato de sopa caliente y darle de comer a su hija en un clima de cero grados centígrados.

“Para entrar a un tren tuvimos que golpearnos con otras personas. Si no lo hacíamos quizá seguíamos varados”.

Por otra parte, el universitario Esteban Troya y otros ocho estudiantes, quienes permanecían varados en la estación de Lviv, por fin lograron cruzar a Polonia y están esperando que les confirmen un refugio en Alemania para trasladarse hasta allá.

Su madre, Érika Feijóo, está más tranquila, pero dijo que todavía no ha podido contactarse con Esteban.

Otros permanecen varados en algunas ciudades ucranianas.Cortesía

Ayuda a cuentagotas

Pese a que el canciller Juan Carlos Holguín confirmara que el primer vuelo humanitario para recoger a compatriotas en Polonia saldría el lunes y que informara desde su cuenta de Twitter los que ya se encuentran en refugios, muchos padres de estudiantes fueron la mañana de ayer hasta la Cancillería para exigir respuestas.

Uno de ellos fue Aníbal Estrella, quien denunció que su hijo cruzó la frontera con Rumania, pero que ahora las autoridades de ese país lo quieren deportar de nuevo a Ucrania.

La Cancillería informó que algunos ecuatorianos ya están en albergues de Polonia, Rumanía y Eslovaquia.

Estrella y otros padres de familia golpearon la puerta de la entidad hasta que les atendieron. Fanny Quiroga, agitada porque no sabe de su hijo, señaló que solicitó a la Cancillería que le ayudaran para que su hijo saliera de Ucrania, desde mediados de febrero, pero no tuvo respuestas. “No quiero que me traigan a mi hijo en una funda de cenizas”.

Holguín se sentó a dialogar con ellos y minutos después publicó en su cuenta de Twitter: “Hay gente que valora las gestiones que hacemos, a pesar de que el conflicto tiene inmensas limitaciones para la asistencia humanitaria”.

El canciller, Juan Carlos Holguín, se reunió ayer con padres de estudiantes ecuatorianos que están varados en Ucrania.Cortesía