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¿Qué prefiere el 'guayaco': morir de hambre o de coronavirus?
Dos emprendedores y un profesor cuentan a EXTRA las 'peripecias' que pasaron por culpa del coronavirus. Expertos dan consejos para salvar tu emprendimiento.
"Dios aprieta pero no ahorca", es la frase con la que el ingeniero en Comercio y Finanzas Internacionales, Patricio Vargas, compara a la etapa de cuarentena por el bestial coronavirus con la de los negocios. Pero lamentablemente su emprendimiento de zapatos han decaído, hasta al punto de no vender 'ni un centavo' por cerca de dos meses.
"El coronavirus nos 'jodió' a todos. Los negocios, emprendimientos y 'cachuelos' fueron sacudidos por la pandemia. El negocio de zapatos se truncó porque en este tiempo la gente busca lo necesario (en temas de salud)", se queja Vargas.
Aunque como dice Patricio: "La cosa está dura", ha visto reflejado sus estudios y 'chispa' para los negocios en un nueva forma de ganarse 'la papa' y no morir de hambre.
"Afronté este tiempo con madurez", dice el ingeniero, quien no se 'durmió en los laureles' y le dio un giro a su negocio cambiando el modelo.
Junto a su hermano, un diseñador gráfico, idearon llevar Juncos -marca de zapatos- a las plataformas digitales. Pero 'la cosa' no queda ahí: ellos hacen historias y en vivos mediante Instagram para poder vender los zapatos y no quedarse 'varados' con la mercadería.
"El negocio ya no es solo vender físicamente; hay que ayudarse con lo digital. No sabíamos que Instagram era una plataforma amplia para vender masivamente", refiere Vargas, quien a cada compra -ahora- le añade un kit de salud (alcohol y gel antibacterial) para "estar a la moda",
Por otro lado, David Bustillos, licenciado en Pedagogía, fue 'vístima' del coronanvirus. Pero no de la enfermedad, si no porque le dijeron 'chaito' del trabajo. Así que para ganarse el 'pan de cada día' tuvo que salir y buscar alumnos.
"Tuve que ir en busca de alumnos para poder mantener a mi esposa. Estuve más o menos como la 'profe de la bici'", comenta a EXTRA el profesor de matemáticas, quien -por ahora- sigue dando clases particulares.
Además, él no solo se queda ahí. Enciende su teléfono para promocionarse en redes y captar estudiantes que necesiten capacitación. "No hay que quedarse de brazos cruzados", menciona, porque si "Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma", dice entre risas.
Es que sin duda alguna, las clases virtuales llegaron para quedarse y David saca ventaja de sus capacidades como maestro y lleva la docencia a niveles extremos, incluso llegando a crear un canal en Youtube, todo para 'parar la olla' de casa.
"En el mundo digital hay que se muy creativos. Existen varias personas que están haciendo lo mismo, Es complicado al principio por las conexiones a Internet, pero de que se puede se puede", manifiesta el docente, quien espera tener suscriptores y que Youtube le pague por los 'views'.
Entre tanto, la ingeniera en Negocios Internacionales, Yenila Torres, quien tiene un emprendimiento de decoraciones a base de globos, cuenta que su negocio se vio 'en la cuerda floja' por culpa del "ya sabemos" (refiriéndose al COVID-19).
Al prohibir las reuniones entre amigos, agasajos, o cualquier tertulia, no tuvo las ganancias que acostumbra a percibir durante un fin de semana.
"Este negocio -de decoración- es el plus de elegancia a los festejos. Lamentablemente el coronavirus paralizó las fiestas y por ende tuvimos que cerrar temporalmente un local en Vía Samborondón y reubicarlo en mi casa. Todo para ahorrar el centavo", comenta Torres a EXTRA.
Pero ella, como los otros emprendedores, no se 'comió la camisa' y empezó a salir para 'engañar' al estómago y darle un giro a su emprendimiento.
"Instagram siempre ha sido nuestro fuerte y decidimos cargas las baterías en esa plataforma. Al principio daba talleres de cómo decorar -a base de globos- las reuniones. Pero después se nos ocurrió la idea de vender decoraciones ya arregladas; en forma de paquetes", explica la ingeniera.
Sin embargo, la baja solo la tuvo en los primeros meses de pandemia, luego resurgió como el ave fénix, incluso, hasta hacerle las decoraciones a Vito Muñoz y gente de pantalla.
Así como estos tres emprendedores, hay mucha gente que desafía al COVID-19 tratando de salir adelante pese a las obstáculos que la pandemia le pone al ecuatoriano.
El economista Jean Paúl Medrano, experto en temas de emprendimiento, pymes y comercio electrónico, manifiesta que es necesario aclarar que la aparición del coronavirus sí afectó a miles de comercios que tan solo cuentan con el día a día para poder salir adelante.
"Entre los más perjudicados se encuentran los restaurantes, comercios en general, pymes y todo lo relacionado con el turismo", dice.
Además, la actividad económica se vio castigada (se sigue viendo mermada), aunque la 'luz de esperanza' refiere a todo aquello relacionado con el comercio electrónico, las aplicaciones para celulares y el viejo y conocido delivery, afirma.
"Puedes seguir vendiendo a través de esta modalidad atendiendo a las demandas de los ciudadanos mediante el servicio a domicilio, siempre cumpliendo y garantizando la seguridad, tanto del repartidor como de los clientes, sin que haya ningún tipo de contacto entre ellos e incluso haciendo el pago online”, destacó.