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Denunciar, el gran reto contra la agresión a agentes mujeres
Tres integrantes de la ATM fueron agredidas verbalmente el pasado 23 de noviembre. Su caso sirvió para visibilizar el maltrato que reciben a diario
Desde que Bertha Aguirre empezó su carrera como vigilante de tránsito, hace 30 años, ha tenido que lidiar con el “acoso y la vejación” en las calles. La jefa de Operaciones de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) lamentó que la agresión que padecen las uniformadas no es baja, pero poco se habla de ello.
Este hecho impulsó a que más uniformadas se atrevieran a hablar sobre las diferentes manifestaciones de violencia que padecen en las calles, solo por ser mujeres. “A muchos hombres les incomoda ser citados por mujeres, o que les llamemos la atención si están haciendo algo malo”, comentó la coronel de la ATM.
Por eso, las 162 mujeres que vigilan el tránsito en Guayaquil recibieron capacitaciones para identificar cuándo están siendo violentadas y, sobre todo, a impulsar a que denuncien. También las equiparon con botones de auxilio para evitar que este tipo de hechos se repita.
Según la abogada especializada en delitos de género Rosandi López, este tipo de agresiones se dan a diario, pero pocas mujeres se atreven a denunciarlas, primero, porque lo normalizan; y, segundo porque “no todas quieren embarcarse en un problema legal, lamentablemente el sistema (de Justicia) es desgastante. Las agentes mujeres son más agredidas que los hombres”.
En cifras
De acuerdo a la Unidad para Combatir la Violencia de Género de Guayaquil, a través de su programa ‘Amiga, ya no estás sola’, desde que la unidad se creó, en 2017, no han receptado denuncias de violencia verbal o psicológica de parte de agentes de tránsito o del orden público.
Sin embargo, las atenciones que recibieron en 2020 a las guayaquileñas que sufren de algún tipo de maltrato se duplicaron respecto al 2019. El año pasado, la institución realizó 987 atenciones. Este año fueron 1.890.
Gina Galeano, directora de la Unidad, detalló que la mayoría de denuncias que llegan a sus oficinas son de violencia física. “Sin embargo, toda violencia física viene arrastrando violencia psicológica previa. Esto es importante, porque por lo general las mujeres se atreven a denunciar cuando ocurren los golpes”, explicó.
Indicó que, en el caso particular de las agentes agredidas en ejecución de sus labores, precisó que esto se debe a que hay un conflicto cultural del no respeto a la autoridad; y eso se acentúa en las mujeres.
Adelantó que, junto con la ATM, trabajaron en un protocolo interno para capacitar a las vigilantes y sensibilizados respecto a la violencia. Añadió que el botón de auxilio que recibieron se accionará cuando ellas sientan que están siendo violentadas. Esta señal la recibirá la policía, quien procederá según el caso.
“Si podemos rescatar algo de lo que pasó con esta mala experiencia de las tres agentes agredidas es que sirvió para brindarles la oportunidad de emitir un llamado de auxilio que evite la agresión”, dijo.
Galeano instó a la denuncia, aunque teme que en nuestra sociedad, muchas son las mujeres que difícilmente están conscientes de que están siendo violentadas, hasta que no hay insultos explícitos o golpes.