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Delirio de la ruina, el extraño trastorno psicológico que puede llevarlo a una crisis
Contando con estabilidad económica crees que te vas a quedar 'chiro' y guardas el billete exageradamente. Busca ayuda porque puedes tener un trastorno
Preocuparse por la economía del hogar o personal es común, pero ¿qué pasa cuando tienes pensamientos recurrentes de que estás al borde de la quiebra, de perderlo todo? Incluso, estas ideas no tendrían razón de ser, pues la realidad es otra.
Si estas ideas te gobiernan, es probable que tengas delirio de ruina. Según el psicólogo clínico Jorge Flores, el individuo presenta obsesión y compulsión (ideas/acción). Pueden presentarse otros síntomas como alucinaciones, conductas desorganizadas y pesimistas.
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Para el psicólogo José Moreira, la ‘ruina’ no solo es financiera, también se cree que se pierden propiedades, empleos, aceptación social, hasta se piensa que se puede desvanecer la salud mental.
¿Cómo distinguir entre el estrés, la preocupación común y este delirio? Flores lo explica: “La diferencia radicará en su duración, la afectación y la conciencia del problema que esto conlleve a cada persona. El delirio es persistente y sostenible; la preocupación es momentánea; el estrés tiene repercusiones a nivel corporal, es manejable”.
El delirio de ruina puede afectar a personas de cualquier edad o trasfondo, indica Moreira, quien considera que no hay un grupo demográfico específico propenso. “Antes persistía en los adultos de 40 a 60 años, hoy por circunstancias sociales lo padecen incluso adolescentes”.
- EXTRAtips
1. Es importante la ayuda profesional. Si ya estás perdiendo el control (estás convencido de que te roban, de que alguien está fraguando apoderarse de tus cosas, empiezas a guardar celosamente tus pertenencias, etcétera), busca ayuda profesional inmediata, para el diagnóstico y el tratamiento (psiquiatra, psicólogo). El delirio puede pasar a otro nivel.
2. La red de apoyo es necesaria. Que la familia esté consciente del problema de su integrante, tener paciencia, no aislarlo. Que él hable sobre sus miedos y sus preocupaciones con amigos de confianza y parientes, esto le puede traer alivio emocional.
3. Que el paciente practique actividades recreativas. Estas ayudan a reducir la ansiedad en el individuo. Si son deportes, que sean de menor impacto, como la natación, que él descarte el boxeo, fútbol, básquet u otros en los que podría perder el control.
José Moreira, psicólogo
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