El juicio en contra de Édwin Choto, acusado de asesinar a una adulta mayor en Carcelén, norte de Quito, reveló nuevos detalles del atroz crimen que sacudió la barriada hace poco más de un año. El implicado deberá pasar 34 años y ocho meses en la prisión luego de confirmarse su culpabilidad, en primera instancia, del delito de robo con resultado de muerte.

Choto (24) fue contratado por la víctima (66) para hacer unas adecuaciones en su domicilio, ubicado al interior de un conjunto residencial. El 21 de noviembre de 2023, la obra ya estaba terminada pero el implicado fue hasta la vivienda so pretexto de venderle un dólar de plátanos verdes a la adulta mayor, según Fiscalía.

El objetivo del sujeto era robarle porque durante ese mes no tenía trabajo y supuestamente tampoco contaba con dinero para comprar comida para su esposa y sus hijas, a decir del Ministerio Público. Además, no tuvo inconvenientes en ingresar ya que él se ganó la confianza de la víctima, según su testimonio durante la pericia psicológica que le practicaron durante el proceso judicial.

La declaración del sentenciado por el crimen de Carcelén

Eran las 07:25 de la fatídica fecha cuando empezó el suplicio de la adulta mayor, quien solamente vivía con su hija que había salido a la universidad. Fiscalía informó que el sujeto, una vez adentro, sometió a la señora. En su declaración, Choto develó que lo primero que hizo fue amarrar las manos de la mujer con cinta adhesiva.

Lo mismo hizo con sus pies y posteriormente la obligó a que realizara transferencias bancarias a la cuenta que manejaba Choto. Una vez que se concretó el robo de más de dos mil dólares, el sujeto le cortó la garganta a la adulta mayor.

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La violencia fue tal que, no conforme con eso, el sujeto le fracturó el cuello, recogió Fiscalía. Cometido el crimen, Choto huyó de la escena con una computadora y también con dos celulares.

Durante la noche, la hija regresó a su domicilio y notó que la puerta estaba entreabierta, por lo que pidió ayuda a un vecino porque la situación era realmente sospechosa. La joven subió a la segunda planta y encontró a su madre sin vida.

El cadáver fue abandonado en la sala, sobre un charco de sangre y atado de pies y manos. Además, el asesino le había puesto cinta adhesiva también en la boca. Con las indagaciones se determinó que Choto fue el responsable. Fue detenido y se esperó más de un año para concretar la sentencia.

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