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Cortes de luz, ruido y monóxido por generadores: La desesperada crisis de un guayaquileño

En el centro de Guayaquil, los apagones rompen el cronograma y los generadores eléctricos no dejan de ‘zumbar’

Pedro Sánchez esperaba clientela tras el regreso de la luz.
Pedro Sánchez esperaba clientela tras el regreso de la luz.Diego Alvarado / EXTRA

Con el rostro inexpresivo, apenas visible tras su mascarilla, don Pedro Sánchez se apoya en un mostrador de su pequeño comercio, Papelería Irina. En medio de otro corte de luz en su sector, el septuagenario luce notablemente molesto -o más bien fastidiado- por las consecuencias de los ‘benditos’ apagones.

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Su local, ubicado entre las calles Aguirre Abad y Boyacá, en Guayaquil, es de los pocos que no tiene un generador eléctrico. Mientras las máquinas de los vecinos mantienen iluminadas los comercios alrededor, don Pedro se queda con lo peor: a oscuras y con bulla. ¡Cómo no estar ‘cabrini’ con el zumbido molestoso de esos aparatos!

“Lo que más coraje me da es el ruido. Hay clientes que me dicen ‘oiga, le compro tal cosa, pero deme rápido porque no aguanto ese escándalo’. Ahora toca aguantar, qué más puedo hacer”, lamenta Sánchez.

Él trabaja junto a su hijo Edson Sánchez, lo que considera “su gran ventaja”. Explica que si tuviera empleados externos, “hace rato los hubiera tenido que despedir”, ya que la situación con los apagones le resulta insostenible.

“Este mes las ventas han caído un 60%. Los pocos clientes que vienen son aquellos que ya nos compran desde hace años”, expresa.

Varios negocios cercanos al local de Pedro Sánchez tienen generadores eléctricos.
Varios negocios cercanos al local de Pedro Sánchez tienen generadores eléctricos.Extra

Problemas que causan los generadores de energía

Pero el billete y el ruido es algo que, de alguna u otra forma, se puede sobrellevar. Por ahora, lo verdaderamente grave es respirar el tóxico monóxido de carbono que emiten los generadores. Según el centro médico Mayo Clinic, inhalar este gas puede causar incluso daño cerebral.

Mire cómo estamos ahora. Todo ese gas viene para acá. Eso me va a afectar la salud, y por mi edad, tengo que usar mascarilla”, se queja Sánchez.

Así transcurren los días en Papelería Irina, sumida en la crisis energética que parece interminable, agravada también por los constantes fallos en los cronogramas de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL). EXTRA constató que la luz regresó pasado el mediodía del jueves. Según lo previsto, debía cortarse de 07:00 a 12:00 y de 17:00 a 22:00, en ese sector.

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