Desde ayer hasta este jueves, tres sectores industriales de Quito sufrirán un corte de energía eléctrica de 24 horas. Los apagones afectarán las zonas de Santa Rosa, Inga Bajo y Sangolquí, impactando a las empresas Alambrec, Expreso Novapan y Expreso Enkador, según informó la Empresa Eléctrica Quito.

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El Ministerio de Energía y Minas de Ecuador explicó a través de sus redes sociales que es posible realizar cortes de energía eléctrica de 24 horas a las empresas sin que se vean afectados los hogares, ya que existen alimentadores eléctricos dedicados exclusivamente a las industrias.

Aunque se afirma que el corte de energía de 24 horas solo afectará a las empresas que cuentan con generadores propios, esto no implica que no tendrá consecuencias para el ciudadano común. Según María Paz Jervis, presidenta de la Cámara de Industrias de Pichincha y del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), “Desconectar a la industria por 24 horas afectaría profundamente al empleo y la economía de las familias ecuatorianas. La industria no son solo empresas: son personas, ciudadanos y vidas que dependen de su estabilidad”.

Jervis expresó su rechazo públicamente el pasado sábado, a través de redes sociales, tras una reunión del Comité Asesor Permanente de Energía, en la que autoridades y empresarios discutieron la gravedad de la crisis y el posible nuevo apagón industrial. “Seguimos exigiendo información transparente y oportuna, es indispensable contar con planificación y previsibilidad”, agregó.

La situación de las hidroeléctricas

Un informe del CEE, difundido en redes, reveló que en la reunión se abordaron los problemas de las hidroeléctricas, particularmente la mala situación hídrica y la acumulación de sedimentos en los embalses, lo que dificulta la generación de energía eléctrica. 

Aunque se había considerado que la central hidroeléctrica Mazar se estaba recuperando, el domingo 10 de noviembre de 2024 su cota era de 2.153 metros, por encima del nivel mínimo de 2.111 metros requerido. Sin embargo, en las últimas 44 semanas, la central ha experimentado 16 semanas con niveles mínimos históricos.

Además, la situación es compleja en otras centrales hidroeléctricas, como en Agoyán y San Francisco, donde fue necesario realizar limpieza de los embalses debido a los sedimentos. En la Central Termoeléctrica Esmeraldas (CT Esmeraldas) se presentó un daño en el motor del calentador de aire regenerativo, y en la Central Termoeléctrica Aníbal Santos TG1, el daño aún está en revisión. En la Central Termoeléctrica Santa Elena III, por su parte, existen problemas mecánicos.

La crisis energética está siendo intensificada por la falta de apoyo de algunas empresas, ya que “no existe apoyo de toda la industria, que no se someten a reducción de potencia y tiempo de ahorro”, lo que complica aún más la situación. Actualmente, el déficit de energía registrado por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) es de 1.080 MW.

La conclusión del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) es que la situación energética del país es grave, y la percepción general es que las soluciones a corto plazo son prácticamente inexistentes. Según el CEE, “el Estado espera que el sector privado genere, invierta en autogeneración para sobrellevar la crisis, y las soluciones de compra y alquiler darán un alivio en el mejor de los casos a inicios del 2025”.

Este Diario intentó obtener declaraciones de María Paz Jervis y otros líderes gremiales de la Cámara de Industrias y Comercio de Guayaquil para conocer más detalles sobre la orden de desconexión industrial, pero debido a compromisos de agenda, se excusaron de dar una entrevista.

Empleados enviados de vacaciones

Algunas empresas, que aún no cuentan con generadores eléctricos propios, se han visto obligadas a enviar a sus empleados de vacaciones como medida para evitar despidos. Un ejemplo de ello es la empresa Nutec, cuyo gerente, Jorge Luzoriaga, explicó a EXTRA que compró un generador que llegará desde China a finales de noviembre. Mientras tanto, la compañía tuvo que enviar a 25 de sus colaboradores a vacaciones debido a la falta de energía.

Luzoriaga resaltó que el costo del kilovatio hora con generadores a combustible es significativamente más alto, alcanzando los 0,18 dólares, frente a los 0,09 dólares que cobra la empresa eléctrica estatal. Es decir, el costo se duplica, lo que ha generado la expectativa de una compensación por parte del Gobierno, para evitar que las empresas se vean obligadas a aumentar el precio de sus productos finales.

Por su parte, Xavier Durán, presidente de la empresa Reysac, explicó que el generador para su compañía llegará en diciembre, y que, debido a la escasez, tuvo que inscribirse en una lista de espera para adquirir los cables necesarios. Sin embargo, ya ha logrado conseguirlos.

Aunque Durán comprende la gravedad de la situación y reconoce que el Gobierno no puede resolver este problema de la noche a la mañana, destacó que las máquinas de su industria requieren tres horas para calentarse antes de funcionar, lo que significa que los cortes de energía han afectado su producción.

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