Exclusivo
Actualidad

El proceso de vacunación ha tenido algunos problemas de coordinación.Miguel Párraga / EXTRA

¿Qué considerar para el pinchazo?

Parte de la ciudadanía no quiere vacunarse. El 20% de inscritos para recibir las dosis no van. Un médico explica qué hacer antes de inocularse

Vacunarse no les quita el sueño, por ahora. Los esposos Marlene Véliz y Fermín Benites temen sufrir una reacción negativa si reciben el pinchazo contra el ‘bicho’. Prefieren seguir encerrados en su casa para evitar contagiarse, mientras se van enterando de cómo les ha ido a sus conocidos luego de inocularse.

En estos días ella supo que a un amigo no le fue tan bien. Eso la inquietó, pues está consciente de que a sus 67 años -la misma edad de Fermín- debe cuidarse más. Su extrema precaución es tal que procura no enfermarse para evitar tener que ir al médico y exponerse a las aglomeraciones.

“Un conocido que trabaja en una fundación se vacunó. Se puso la primera dosis y no pasó nada; se puso la segunda y sintió morirse. Él me dijo que le dolían las coyunturas. Pero otros dicen que no les pasó nada”, cuenta la adulta mayor.

Lo que más le sorprendió es que quien le contó esa mala experiencia es una persona joven, quien no sobrepasa los 35 años.

A Marlene también le impresionó saber que, en la provincia de El Oro, un policía tuvo una reacción adversa luego de que lo inocularan el 15 de abril con la vacuna AstraZeneca. En un comunicado publicado dos días después, el Ministerio de Salud indicó que el paciente fue trasladado por sus familiares al hospital básico Santa Teresita, luego de presentar síntomas una vez culminado del proceso.

El uniformado fue atendido en el servicio de emergencia. No fue necesario internarlo o derivarlo a otra casa de salud de mayor complejidad. Después retornó a su casa y se estabilizó, detalla el documento.

Antes de inyectarlas, a las personas se les toma la presión. Y luego de ser inoculadas, se las evalúa una media hora para ver cómo reaccionan.Miguel Párraga / EXTRA

Voy a esperar unos cuantos meses a ver cómo va el asunto con las personas que al menos conozco, que me digan si van bien o no”, comenta Marlene respecto a su decisión de no vacunarse por el momento. Por eso no está inscrita en la página habilitada para la inoculación de personas adultas mayores.

Fermín dice que entre sus ‘panas’ de similar edad algunos no se han sentido bien después del ‘agujazo’, aunque ningún caso llegó a consecuencias graves. Mientras que a sus dos hermanas (mayores que él) no les ha ocurrido nada extraño.

Además, en su criterio, debería haber más información sobre la vacunación para tranquilizar a la gente. “Siempre he tenido las plaquetas bajas. Un día escuché a un doctor en una radio diciendo que las personas con ese problema no deberían ponerse la vacuna”, comenta el ciudadano.

Según datos proporcionados por el Ministerio de Salud, entre un 15 y 20% de las personas citadas a vacunarse no acuden (ver infografía abajo). La entidad pública refiere tener varias estrategias, protocolos y lineamientos para atender a las personas que se encuentren voluntariamente decididas a no vacunarse.

“La mayor estrategia se basa en dar una buena información y educación a la comunidad sobre el beneficio de las vacunas para la COVID-19”, especifica la institución a EXTRA.

El martes pasado, José, un hombre de 65 años, debía presentarse en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), en el norte de Guayaquil, para que le coloquen la primera dosis. Su hijo menciona haber tenido que convencerlo para poder inscribirlo en la lista. Luego de una charla entre ambos, el sexagenario aceptó la voluntad de su retoño.

El día previsto finalmente José no fue. Llamó a su pariente a decirle que no iría, pues aún le quedan más interrogantes que certezas sobre qué puede pasarle si llegara a salir todo mal.

Ojalá pueda hacerlo entrar en razón. Quiero que él acceda a las dosis que le corresponden para quedarme más tranquilo”, expresa el hijo de José.

El cuidado biosanitario debe continuar para quienes reciban las dosis, pues pueden aparecer nuevas cepas.

Para el epidemiólogo Mario Alberto Paredes, el mal manejo de la pandemia ha generado que la ciudadanía desacredite la efectividad de la vacunación. Sin embargo, el galeno aclara que inmunizar a la población es una de las formas de combatir al virus.

El experto explica que la gente debe saber que, si bien hay vacunas que tienen menos porcentajes de efectividad que otras, no significa que no sirvan. Pero acota que podría haber otras cepas para las cuales las vacunas existentes no estén diseñadas, existiendo así el riesgo de enfermarse.

“Probablemente en los siguientes años tengamos la necesidad de inmunizarnos contra la cepa circulante que en ese momento esté dominando (…). Habrá personas que sean inmunes o que no tengan ni signos ni síntomas, y otras que sí necesitarán esa inmunidad, pero uno no puede decidir por sí mismo inmunizarse o no. La vacuna es como ponerse un chaleco de seguridad en una zona de guerra”, recalca.

El epidemiólogo Mario Alberto Paredes indica que toda vacuna es efectiva.CHRISTIAN VASCONEZ / EXTRA

¿QUIÉNES DEBEN ESTAR ‘PILAS’?

Paredes detalla que hay consejos a tomar en cuenta previo a la inoculación. Por ejemplo, no haber estado infectado recientemente. Para saberlo es necesario hacerse un examen que permita conocer el nivel de carga viral. De ser alto este parámetro puede ocasionar complicaciones.

“Muchos se vacunaron y, sin saberlo, la semana previa tuvieron síntomas que confundieron con una gripe o con dengue, y su carga viral ha estado en aumento. Entonces les suministran la dosis y como efecto esta refuerza la carga viral, produciendo un mayor estado de enfermedad”, explica.

El profesional cita que hay que considerar quiénes no pueden vacunarse. Quienes padecen cáncer, son hipertensos o diabéticos deben ser evaluados médicamente, ya que pueden estar tomando determinados medicamentos y resulte necesario disminuir el consumo de estas sustancias para prevenir una mala reacción una vez que se haya puesto la vacuna.