Impresiona ver a jóvenes infractores (hombres y mujeres) protagonizando hechos delictivos. Por lo general, se tiende a culpar a los gobiernos por los problemas sociales, sin hacer autoanálisis.

“Reconocer que lo que crío y creo en casa, mi hijo, es lo que voy a dar a la sociedad”, dice la psicóloga Nicole Orozco, quien señala que varios padres de familia dan una orden seguida de una amenaza.

“Llama a tu ñaño a almorzar y ¡pobre de ti que no te comas todo!”, un ejemplo. Otra frase que es común escuchar es: “Muchacho de m..., te llegas a caer y allí mismo te doy”. En una sola expresión se evidencian varios tipos de violencia, en este caso la psicológica y la física.

La psicóloga clínica Jéssica Rodríguez añade otros dos tipos de maltratos que también sufren los chicos: el sexual y el económico; este último consiste en darle una responsabilidad financiera al menor de edad, cuando es el padre quien debe proveer.

Rodríguez indica que nuestra cultura normaliza el maltrato, y el progenitor puede insultar y ofender, porque es parte de la seudoenseñanza que se ha transmitido, creyendo que así se forman valores.

“Decirle que no robe a través de palabras soeces no es la forma correcta de darle información al chico”, expresa la psicóloga clínica, quien manifiesta que varios padres desahogan sus emociones reprimidas en los hijos por estrés y frustración.

Mala ‘herencia’

“Los padres han sido víctimas de maltrato y estos heredan psicológicamente estas conductas violentas y muchas veces lo hacen de manera inconsciente”, sostiene Rodríguez.

Un niño que es tratado mal por sus padres tiene baja autoestima, dificultad para establecer relaciones interpersonales, sufre de desconfianza, se habitúa a solucionar problemas recurriendo a la violencia, detalla Orozco.

“Cuando solo reciben maltrato y no amor, ellos pueden recurrir al consumo de drogas, asociarse con personas o grupos que llenen lo que no recibió en casa; protección y unidad. La sociedad lo vería como un adulto peligroso”, asevera Orozco.

“Crecen con la falsa idea de que la vida les debe algo”, finaliza Rodríguez.

Hasta los bebés 'pagan'

También es maltrato que uno de ellos llore y que el padre no responda con una caricia, contacto físico o que no cubra su necesidad, ignorándola. Puede tener hambre, o necesitar que se le cambie el pañal, etcétera, dice Orozco.

“Quien es víctima de maltrato va a tener tres veces más probabilidades de sufrir enfermedades. Incluso si estas han sido altamente violentadas, la esperanza de vida se reduce en casi 20 años”, concluye la experta. 

EXTRATIPS

1. Concientiza el maltrato. Qué es lo que es violencia para ti, porque mientras no lo sepas, no puedes modificar tu conducta.

2. Cambia la violencia por el amor. Si tu hogar está lleno de violencia, trata de implementar el estilo de crianza positiva, no solo ver los defectos y errores de tus chicos, sino aquellas actitudes positivas que puedas rescatar y retroaliméntate constantemente.

3. Denuncia la violencia. Si eres familia, amigo, vecino, denúnciala, pues si callas eres cómplice del suceso.

4. Busquen ayuda psicológica. Tanto la víctima como el victimario, pues ambos tienen cosas por resolver y parar en el círculo de violencia.

5. Perdona y aprende a pedir perdón. Libera a quien te maltrató y acepta tus errores. En caso de que los hayas cometido (llamaste la atención a tu hijo sin ser él el culpable o no le creíste cuando tenía razón, quizá no lo escuchaste cuando te necesitaba), pedirle perdón a tu vástago servirá para restaurar la relación. Tomará su tiempo, pero es un inicio.