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Colapsada la morgue de Ibarra
No hay dónde poner a los fallecidos por COVID-19 y autoridad provincial propone que se adecúe un vagón para guardar los cadáveres
Como lamentable calificó el prefecto de Imbabura, Pablo Jurado, la situación sanitaria que se vive en la ciudad de Ibarra, provincia de Imbabura, que está al bordo de su capacidad por el incremento de casos de COVID-19.
El funcionario dijo que propone que se acondicione un vagón de ferrocarril o un contenedor que sirva como una morgue de emergencia debido a que la que funciona en el hospital San Vicente de Paúl está colapsada por los cuerpos. “En cualquier momento los señores de la Fiscalía se van a negar a hacer las autopsias por otro tipo de accidentes o muertes porque nadie va a querer exponerse y entrar a una morgue donde hay personas que murieron con el coronavirus”, dijo.
Jurado, además, comentó que es preocupante que los ciudadanos “relajen” las medidas de seguridad para frenar el virus y que en los próximos 15 días el panorama podría cambiar. “Esperemos que la actitud y comportamiento de la gente sea de la mejor manera”, indicó.
Mientras que en el cantón Otavalo, en cambio, los dos cementerios municipales están saturados, por eso la entidad dispuso la construcción de un nuevo campo santo en el sector de Watsarapa, destinado para la inhumación de cadáveres. Eso provocó el malestar de moradores de unas seis comunidades aledañas que momentáneamente bloquearon la vía principal a Quiroga, límite con Cotacachi.
Edison Anrango, presidente de la Unión de Comunidad Indígenas y Pluriculturales de Azama, dijo que la preocupación es porque no se les socializó y mostraban un rechazo total. Además que se encontró un cuerpo enterrado, al parecer, por accidente de tránsito.
La gente exigía que sea sacado del lugar.