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El imponente edificio del centro comercial Montúfar, ubicado en las calles Mejía y Montúfar.Gustavo Guamán

Centro Comercial Montúfar: ¡El búnker de lo dudoso!

Les mostramos una 'radiografía' de este sitio ‘problema’ de Quito. Conozca lo que se puede encontrar en sus 'entrañas'

Es un martes cualquiera. Dos guardias de seguridad reciben, en las puertas del Centro Comercial Montúfar, a los visitantes. Suena de fondo: “¡Bailen bien! Aquí el que baila gana, pa’ que vuelvan la próxima semana”. De pronto, la canción de Los Van Van es interrumpida por la voz de una mujer que lanza, por un altoparlante, una alerta. Segundos después, ya no se escucha la música, sino los golpes –en cadena– de las puertas enrollables contra el suelo.

Es un martes cualquiera. Pero podría dejar de serlo.

La semana pasada, el 14 de junio, 200 policías ‘cayeron’ en este sitio, situado en el centro de Quito. ¡Sorpresa! Pero no para los comerciantes, sino para los agentes, quienes encontraron, al menos, el 80 % de los locales cerrados de un total de 365. “Si es legal, no tendrían por qué oponerse a la labor policial”, reprocha Juan Mauricio Chacón, subcomandante del Distrito Manuela Sáenz.

Cada día llegan al Distrito cinco denuncias, de todas partes de Quito, por robos de celulares o laptops. Es decir, 140 al mes. La ubicación (GPS) del aparato electrónico –casi siempre– apunta al Montúfar. El dueño intenta recuperarlo, aun con la ayuda de los agentes, pero –casi siempre– es imposible. Este centro comercial es impenetrable. Pero EXTRA sí entró al ‘búnker de lo trucho’.

En las entrañas

Aquí encuentra de todo, celulares, accesorios, equipos nuevos y usados... y ‘alguito’ más.Gustavo Guamán

Son las 11:45. Ya no hay caos. Todo fue una falsa alarma.

Suena de nuevo la música. Los comerciantes abren las puertas rápidamente. Retorna la tranquilidad, pero no la paz. Una mujer –grande y peliteñida– refunfuña mientras mueve una estantería llena de joyas baratas: “Nos hacen mala propaganda (...), luego viene la policía y se lleva lo que es y lo que no es”.

El centro comercial tiene ocho pisos. Los cuatro primeros están llenos de vida… Hay micas, estuches blancos, rosados, con osos o gatos, de plástico o látex. También un altar a la Virgen y al Divino Niño, que el día del operativo sirvió para que algunitos escondieran allí los celulares ‘ajenos’. La policía halló unos 10 teléfonos móviles bajo los pies de Jesús. ¡Ya no hay respeto!

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En los tres pisos siguientes, algunos locales están cerrados. Hay menos movimiento. Y hay una explicación. Estos serían bodegas y sitios donde, al parecer, ofrecen “mercadería de dudosa procedencia”. Están en los puntos más altos porque, cuando hay alerta de operativo, tienen tiempo de cerrar las puertas antes de que llegue la policía.

Sin embargo, Stalin Arteaga, presidente del Centro Comercial Montúfar, y quien lleva en el cargo dos meses, asegura que no hay bodegas. Insiste en que las puertas cerradas son por el temor a los operativos, y no porque vendan cosas robadas, sino porque recuperar esos objetos decomisados, incluso con facturas, les significa un gasto extra, pues deben contratar abogados.

En el último piso hay un patio de comidas. El menú de este caluroso martes es sopa de mariscos y arroz con algo.

Un negocio peligroso

En los pisos 5, 6 y 7 hay locales cerrados que funcionarían como bodegas.Gustavo Guamán

De vuelta a los angostos pasillos del Montúfar, hay una mujer y dos hombres mirando minuciosamente un celular.

Un guardia se desliza entre la gente como si intentara pasar desapercibido. Suena de fondo una cumbia. Y por ahora no se ha reportado ninguna otra advertencia. Pero muchos permanecen alerta, observando a quienes llegan como si se trataran de espías…

Mientras transcurre el mediodía, hay más negocios abiertos.

En un local, un señor busca un celular. El comerciante le ofrece uno de cualquier marca en 120 dólares. Él responde que está muy caro. Que –nomás– para perderlo en su próxima borrachera tiene solo 80 dólares. Se ríe. Y se va.

Más adelante, un vendedor insiste: “¿Qué busca, qué vende?”. “¿Cuánto ofrece?”, replica otra cuando le preguntamos por un teléfono usado.

Sin esperanzas

Muchas personas encuentran en elMontúfar la variedad de equipos que buscan. A veces no importa su procedencia tanto como su precio.Gustavo Guamán

En el centro comercial se puede encontrar desde consolas de videojuegos hasta flashes cargados de tecnocumbia. Pero los celulares usados y a bajo costo son el principal atractivo. Y en las vitrinas se exponen cientos de ellos. Miles, quizás. Pero no hay ningún Iphone. O, a simple vista, es lo que parece.

Una de las políticas del Montúfar es que no se comercialicen iphones. Consta en el reglamento interno, subraya Arteaga. Quienes incumplen reciben medidas drásticas, como una multa de 200 dólares y 10 días de suspensión. Pese a ello, hay gente que, entre el susurro y la ilegalidad, ofrece estos celulares.

Chacón, el subcomandante del Distrito, apunta a que más allá de una política de no exponer iphones en vitrinas, se trata de una modalidad para volverlos indetectables, ya que algunos comerciantes saben que los aparatos electrónicos podrían ser reconocidos por sus legítimos dueños.

Algunos llegan al Montúfar con la esperanza de recuperarlos, como Sebastián (nombre protegido). Pero no todos corren con suerte.

"Tratamos de mermar las situaciones irregulares. Siempre se ha mal informado sobre el centro comercial”.Stalin Arteaga
presidente del
Montúfar 

Una noche, cuando iba a su casa, una banda de delincuentes asaltó al joven quiteño en la avenida Galo Plaza Lasso, norte de la ciudad. Se le llevaron su Iphone XR, que lo había comprado nuevo en 900 dólares. Dos días después, la ubicación (GPS) lo llevaba hacia el centro comercial.

Fue hasta el lugar y pidió ayuda a dos motorizados de la Policía que estaban estacionados en los exteriores. Ellos le indicaron que no podían hacer nada sin una orden de allanamiento. Arriesgado, Sebastián ingresó y trató de localizar su equipo móvil por su cuenta. Pero, en pocos minutos, perdió la señal.

Un hombre, trabajador del lugar, se ofreció a ayudarlo si le proporcionaba el IMEI (número del equipo). Si recuperaba el celular –dijo–, tendría que pagar unos 90 dólares. El muchacho accedió. Pero nunca lo contactaron de vuelta.

Un cambio de imagen

Arteaga, el presidente del centro comercial, reconoce que el Montúfar está “propenso a muchas irregularidades”. Pero insiste en que “no se venden cosas de dudosa procedencia”.

Con dos meses en la administración, el dirigente le explica a EXTRA que ahora están tratando de mermar las situaciones irregulares con el objetivo de cambiar la imagen que la gente tiene de este centro comercial. “No piensen que todo viene acá”, manifiesta el hombre.

Sobre los celulares robados, Arteaga dice que es gente de afuera que ingresa al mercado, se conecta al wifi y es por esa razón que las ubicaciones apuntan allí.

"El operativo fue una advertencia y una prevención contra las personas dedicadas a estas actividades”.Juan Mauricio Chacón
Subcomandante
de Policía 

Lamenta que los comerciantes vivan con el miedo continuo de operativos, pues asegura que son al menos dos personas por local las que trabajan ahí. Es decir, 730. “Mire cuánta gente depende de esto”, añade. Por ahora, Arteaga dice que buscan llegar a un acuerdo con la policía para su beneficio y no “perder la casa”. Si es necesario, añade, se reformará el reglamento.

Mientras que Chacón afirma que harán los operativos que sean necesarios. Sobre las órdenes de allanamiento, dice que “estamos buscando los mecanismos legales… no crean que esta es una vulnerabilidad para la policía”.

Son las 13:00. La gente en el centro comercial continúa vendiendo micas, estuches, y quienes pasan cerca de la Virgen se santiguan. Suena la música. Este fue un martes cualquier. Quién sabe si deje de serlo más adelante.

140 denuncias de celulares y laptops robados recibe, en promedio, cada mes la policía. Muchas veces, las ubicaciones de los equipos móviles llevan al centro comercial.

Los iphones no, pero por bajito sí

El subcomandante del Distrito Manuela Sáenz, Juan Mauricio Chacón, asegura que los iphones les generan más problemas que cualquier otro teléfono a los delincuentes, pues tienen un mecanismo que permite la localización inmediata. Además, desbloquearlos les toma mucho más tiempo. De allí que, quizá por ello, estos no se vendan en el Montúfar.

Sin embargo, nada limita a los choros, quienes –incluso– han diseñado una organización interna que ejecuta un inteligente sistema de ‘limpieza’ de celulares o laptops detrás de las puertas enrollables de los locales. Y, por si fuera poco, los venden ahí mismo “en voz baja”, advierte el oficial.

Cuando se detecta la señal de un celular, la ubicación tiene un rango de 100 metros a la redonda. Localizarlo dentro de este ‘enjambre’ de locales es una tarea casi imposible.

Lo que le preocupa a Chacón no solo es la venta de los aparatos de manera ilegal, sino el contexto en el que ocurrió el robo. Pues para obtenerlo, los ladrones pudieron haber utilizado un cuchillo, una pistola o, inclusive, podría haber una víctima fatal. “Los teléfonos deben ser investigados y explotados para poder determinar si no fueron parte de un homicidio o asesinato”, dice.

La Policía ha pedido la ayuda de la Fiscalía. “Hicimos los requerimientos, pero lamentablemente ellos quieren que se individualice, que se haga una orden de allanamiento por local y es muy difícil”, admite el subcomandante.

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