Ocho adultos y tres menores de edad fueron procesados, por su presunta participación en el asesinato del abogado Walter Vallejo Pino, suscitado la mañana del jueves 5 de mayo en la puerta principal de un hotel, en el norte de Guayaquil.

Vallejo, de 49 años, fue interceptado por dos individuos que se movilizaban en motocicleta. El jurista fue defensor del narcotraficante Édison Prado Álava, conocido con el alias de Gerald o el Pablo Escobar ecuatoriano.

Según información de la Fiscalía a los sospechosos se los acusó por los delitos de asesinato y tráfico ilícito de armas, en concurso real de infracciones.

En la audiencia de flagrancia, llevada a cabo en la Unidad Judicial Cuartel Modelo, el fiscal Danny Vizueta presentó como elementos de convicción: las versiones de los detenidos, el acta de levantamiento de cadáver, la evidencia incautada en una vivienda en el sector de Mapasingue, el informe investigativo elaborado por la Policía Judicial, que determinó –a través del seguimiento con videos de cámaras de seguridad– la ubicación de la vivienda donde se escondían los involucrados.

La instrucción fiscal en contra de los sospechosos durará treinta días.

Los tres adolescentes, que también fueron detenidos en el operativo desplegado por las unidades de la Policía Nacional la tarde en qué ocurrieron los hechos, fueron puestos a órdenes de las autoridades de la Unidad Judicial Florida Norte y procesados por tráfico ilícito de armas de fuego. La Jueza de la Unidad Judicial de Adolescentes Infractores les dictó internamiento preventivo.

Personal de la Fiscalía, Policía Judicial, Criminalística y la Unidad de Delitos contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased)levantaron los primeros indicios en el lugar de los hechos, entre estos: los videos de las cámaras de seguridad apostadas en el referido hotel, de los locales cercanos y de los circuitos de calles y avenidas aledañas, que permitieron describir las características de la indumentaria de los presuntos victimarios y de las motos en las que se movilizaban.

Los implicados fueron capturados en una vivienda ubicada en el sector de Mapasingue, en el norte de Guayaquil, donde se ocultaban otros ciudadanos, que aparentemente se reunían para programar, presuntamente, asaltos y sicariatos.

Entre las evidencias se incautaron una alimentadora, balas sin percutir, tres granadas de tipo militar, cinco teléfonos celulares, una chompa con logos de la Policía y tres motocicletas.