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COVID-19: En busca del pinchazo ‘salvador’
Ecuatoriana viajó a la ‘yoni’ para vacunarse contra el Covid-19, pero no cumplió los requerimientos. Las autoridades advierten de posibles peligros.
Apenas se enteró de que las vacunas contra la COVID-19 empezaron a aplicarse en otros países, la quiteña Adriana Cárdenas se llenó de esperanza. La posibilidad de volver a ser la mujer activa de siempre estaba más cerca.
Ella, con 64 años, quiso apostar por los avances de la ciencia. Viajó 2.889 kilómetros desde Quito hasta Miami, Estados Unidos, para acceder a la vacuna, pero tendrá que regresarse ‘por las mismas’. Fue su hijo quien pagó el costo del pasaje por 480 dólares, por ser temporada baja.
Llegó a esa ciudad el viernes 15 de enero. A las 15:39 del 17, acudió a la unidad médica que le asignaron, pero ya ahí le dijeron que no era idónea para la vacunación porque le faltan 11 meses para cumplir los 65 años.
“La verdad pensé que como no faltaba mucho, por eso me habían admitido”, agrega. Lo más probable es que haya existido algún error del sistema que ya en el consultorio no se dejó pasar.
Su esposo no quiere...
La mujer, quien se dedica a dar clases sobre huertos, y que vivió varios años en ese país, ahora debe hacerse una prueba PCR para ingresar de nuevo a Ecuador, la próxima semana. “Ya me quedo en el país, quizá demore lo mismo en que me vacunen allá o cumplir los 65 años”, comenta.
Sin embargo, su decisión de ir en busca de la dosis fue motivada por las múltiples dolencias que tiene, entre ellas hipertensión, y su vida desde que llegó el virus a nuestro país ha sido un “constante semáforo rojo”, es decir, que ha debido extremar, junto con su esposo, las medidas de bioseguridad en su hogar y en la calle.
“Salimos solo a lugares abiertos, donde casi no haya gente, pero no es lo mismo”.
Su pareja, en cambio, a pesar de que sí cumple con los requisitos del estado de Florida para vacunarse, optó por no subirse a un avión y viajar por una dosis. “Ya le voy a convencer, al menos uno de dos será un avance”, bromea.
“Aún no existen datos de los viajeros ecuatorianos, pero en Argentina ya lanzaron la alerta”, explica.
EXTRA solicitó al Ministerio de Gobierno cifras de las salidas de compatriotas hacia EE. UU., pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
POSIBLE MERCADO NEGRO
Adriana aprovechó su estatus migratorio para buscar ‘la salvación’, pero ya supo que decenas de migrantes van en calidad de turistas para acceder al medicamento.
“Ya hay protestas acá (EE. UU.) porque exigen que las vacunas sean para los norteamericanos”, relata.
Luna agrega que ya se activaron las alertas sobre este fenómeno “que se ve venir”: el aparecimiento de mercados negros de vacunación.
Esto porque la demora de la aplicación de las vacunas en el país generará desesperación en los ecuatorianos. “Quizá no todos tengan para ir a Estados Unidos, pero sí a países como Colombia o Bolivia”, indica Luna.
El riesgo más grande es que se ofrezcan vacunas falsas que atenten contra la salud de pacientes que podrían hasta endeudarse por ser inmunizados.
Para Adriana, la vacuna es la forma más segura de salir de la pandemia. A pesar de no haberse vacunado, no representó un viaje infructuoso, pues tuvo la oportunidad de ver a su familia que ya le pedía una visita.