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El hombre fue atacado en su domicilio, ubicado en la urbanización Estancias del Río, de La Puntilla, en Samborondón.JIMMY NEGRETE

De asaltante a capo: la historia del hombre asesinado en Samborondón

La víctima fue atacada en su casa, en una exclusiva ciudadela de la parroquia satélite La Puntilla, popularmente llamada 'Pelucolandia', en Guayas.

Abril 23 de 2008. A las 13:10, un camión blindado de la compañía Vaserum, que transportaba dinero del Banco Pichincha, fue interceptado por seis delincuentes en los exteriores del Mercado de Transferencia de Víveres de Montebello, en el noroeste de Guayaquil.

Aquel día, los pillos no lograron su cometido, pues el robo fue impedido por los guardias de seguridad, entre ellos Manuel Martínez Freire, quien en el cruce de balas recibió un tiro en la región maxilar.

Ese disparo fue realizado con una carabina, la misma que la mañana anterior le había sido robada al sargento de Policía Segundo Pérez, encargado de la custodia de Ronald Alexis Sánchez León, quien días antes había robado 1.500 dólares a un cliente de una entidad bancaria.

En 2008, Ronald Sánchez fue publicado en los medios de comunicación nacionales tras cometer varios hechos delictivos.Captura de pantalla

Con tres heridas en la pelvis, tras un tiroteo con gendarmes, el sacapintas había sido ingresado a la clínica Monte de Sión, en el centro porteño, pero con la ayuda de dos compinches sometió, amarró y encerró a la enfermera y al agente que lo vigilaban. ¿Para qué? Para salir y presuntamente participar en el robo del blindado. Sin embargo, luego tuvo que nuevamente ser llevado a un centro médico, donde fue recapturado.

Por esos hechos delictivos, el nombre de Sánchez León ‘sonó’ por aquellos días en los medios de comunicación nacionales. Y ahora, trece años después, su identidad ‘retumbó’ nuevamente, pues la noche del 30 de diciembre fue asesinado a tiros en una ciudadela privada de la parroquia satélite La Puntilla, de Samborondón, en Guayas.

Para eliminarlo, sujetos que se identificaron como integrantes de un cártel (sin precisar cuál) sometieron a los guardias de la urbanización Estancias del Río y se dirigieron hasta la villa 66, donde habitaba Ronald Alexis. Por este hecho, la Policía local no se pronunció. No obstante, se conoció de forma extraoficial que el suceso tenía relación con un problema entre bandas que se dedican al tráfico de sustancias estupefacientes.

El individuo registraba detenciones por tráfico de drogas, robo y asociación ilícita.

El hombre asesinado en una urbanización privada de Samborondón, en Guayas, era conocido como Cojo Ronald, un presunto líder narco. Él habría ordenado crímenes, robos y hasta delitos sexuales.

¿Quién era Ronald Sánchez?

En una investigación realizada por un equipo de EXTRA se tuvo acceso a algunos expedientes de casos que se llevaron en su contra y entre los documentos se encontraba una indagación que los agentes de la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD) realizaron entre febrero y agosto de 2014, en la que se definió cuál era y cómo operaba la banda que lideraba el Cojo Ronald, como era conocido Sánchez León en el mundo criminal.

Él, desde la cárcel Regional de Guayaquil, habría ordenado el cometimiento de asesinatos, robos, delitos sexuales y también organizaba el micro y narcotráfico de drogas.

Esta última actividad, ejecutada presuntamente a gran escala, se hacía bajo la modalidad de “preñado de embarcaciones”. Es decir, que con la ayuda de lanchas hacían llegar el alcaloide a buques que ya habían salido de los puertos, para que sus cómplices en las grandes naves se encargaran de ingresar la ‘merca’ en contenedores con destino a Norteamérica.

Los asesinos de Ronald Sánchez quemaron uno de los vehículos que utilizaron para cometer el hecho violento, a pocos kilómetros.JIMMY NEGRETE

Para todo esto, mientras estaba en prisión, el Cojo Ronald habría tenido a cargo de sus operaciones a su mano derecha: Bolívar Damián Mora Flores, alias Mocho Tyrone, quien luego de las investigaciones policiales fue también procesado por asociación ilícita, como parte de esta agrupación criminal.

Entre 2014 y 2015, los dos y otros once presuntos integrantes de esta organización fueron procesados y sentenciados a tres años de prisión, pero en 2017 cinco fueron absueltos durante una apelación.

De las personas que comparecen en los archivos judiciales de este caso, además del Cojo Ronald, cuatro han sido asesinadas, entre ellas Bolívar Mora Flores, el hombre de confianza del presunto capo.

Del barrio a ‘pelucolandia’

El Cojo Ronald fue detenido por primera vez en 2003 por tráfico de drogas. Tenía 21 años y no era pieza fundamental en la organización a la que pertenecía antes de convertirse en sacapintas.

Y, por eso, tampoco llevaba una vida lujosa como la que tuvo en sus últimos años, pues en ese entonces estaba domiciliado en la villa 15, manzana 48, de la primera etapa de la ciudadela El Recreo, en el cantón Durán.

Una casa en ese lugar, en la actualidad, se avalúa desde los 40 mil dólares, pero cuando Sánchez vivía en el sitio, en no más de $ 10 mil.

En cambio, en Estancias del Río, donde fue asesinado a sus 39 años, la casa más económica cuesta alrededor de 300 mil dólares. En el sitio, a decir de algunos vecinos, se había hecho evidente que el hombre era empresario o no andaba en ‘buenos pasos’, porque supuestamente hacía notar que el dinero no le faltaba.

Este presunto grupo delictivo habría realizado rituales en una casa, dentro de una urbanización de Manta, en Manabí.Adrián Peñaherrera

'Narco rituales'

La banda del Cojo Ronald, de acuerdo a las investigaciones policiales, mantenía reuniones en el suroeste de Guayaquil, en las calles Brasil y la Octava, y en dos urbanizaciones privadas de Manta, en Manabí.

En una de estas solían reunirse por las tardes, vestidos de blanco, pero eso no era lo único que llamaba la atención de los vecinos, sino lo que después de sus encuentros sacaban del inmueble: “costales de sangre animal”.

Con el avance de las investigaciones a este grupo, durante un allanamiento, los agentes descubrieron que en el sitio se practicaban rituales de santería para “tener la sensación de seguridad en los envíos de droga que realizaban”, emulando al cártel mexicano Los Zetas, pues utilizaban “los mismos artículos”.

En publicaciones de portales mexicanos se detalla que estos grupos utilizan velas, plantas y estatuillas de la Santa Muerte y Jesús Malverde, el santo de los narcotraficantes. Además, los sacrificios que hacen suelen hacerlos con aves de corral.

La fe de los narcos está puesta en oraciones y rituales que, según sus creencias, los librarán de la policía y la prisión.

El fiscal César Peña fue uno de los funcionarios que investigó al Cojo Ronald.Archivo

"Buscan seguridad para sus familias"

César Peña Morán, fiscal multicompetente de Guayas, fue uno de los funcionarios a cargo de la investigación que se llevó en contra de la banda del Cojo Ronald, como consta en el expediente.

El operador de justicia detalla que en la época se le puso el ‘ojo’ debido a actividades relacionadas con el narcotráfico, pero también comentó de la vida actual del individuo.

Para Peña, al igual que otros ‘capos’, es normal que dejen “los sectores populares por ciudadelas privadas, porque buscan seguridad para sus familias”.

“Ellos llegan a estos lugares aparentando ser hijos de familias pudientes para evitar llamar la atención, pero es evidente que ellos no pertenecen a ese círculo. Y no es la primera vez que un evento como este sucede”.

El fiscal indica que algunos, incluso, llevan una doble vida: “hasta fingen ser evangélicos, para que piensen que son buenas personas. Eso también lo determinamos mediante una investigación”.