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¡Sin agua para rato en Valle de los Chillos!
La tubería que abastece a cuatro barrios del Valle de los Chillos, al suroriente de Quito, colapsó con la crecida del río San Pedro.
Con baldes y canecas se recoge el agua potable en una parte del Valle de los Chillos en el oriente de Quito, luego de que el caudal del río San Pedro se ‘llevara’ la tubería de este servicio. Los barrios afectados fueron Guangopolo, El Tingo, San Gabriel Alto, San Gabriel Bajo y Mirasierra.
Alfredo Carrera, morador de este último sector, expresó su preocupación. “Estamos en pandemia y debemos mantener el lavado de manos e higiene más que nunca”.
Sin embargo, las organizaciones de las urbanizaciones y de los barrios han podido hacerle frente al desabastecimiento desde la noche del viernes, cuando se registró la emergencia. “Tenemos cisternas y nos han mantenido informados sobre el uso del agua”, agregó.
Gabriela Morales, también vecina del sector, explicó que las cisternas tampoco se llenan, por lo que el uso del agua es racionado. “Aquí somos cuatro adultos, no alcanza”, comentó. Su familia recolectó agua en baldes para lo más indispensable y en la noche, que es cuando llega un poco del líquido, logran bañarse.
Para Sandra Morocho no hay ni eso, pues su casa no tiene tanques de reserva. Su familia no ha lograba bañarse hasta ayer, pues cuando alcanzaron a un tanquero ya no estaba abastecido. “Ni siquiera nos han avisado si hay horarios o lugares”, espetó.
Los daños
El colapso de la tubería se registró cerca de Mirasierra. Una parte del sistema pasa por debajo del río San Pedro y la lluvia hizo que creciera su caudal en por lo menos tres metros, según Alexander Betancourt, jefe de la Unidad de Operaciones de Parroquias de la Empresa Metropolitana de Agua Potable (Epmaps).
“La tubería tiene al menos 15 años y nunca ha pasado algo así. Es la fuerte temporada invernal de este año”, explicó.
Ayer llegó al sitio maquinaria y un grupo de trabajadores para realizar las reparaciones, esto demorará por lo menos 30 días. Se podrá abastecer de agua por tanqueros en el día. “Tendremos que levantar un puente y por allí mandar la nueva tubería”, agregó el funcionario.
La Epmaps anunció que las 12.000 personas afectadas tendrán agua por las noches. Aunque, según Carrera, solo llega un chorro pequeño. “Las cisternas no se llenan al 100 % tampoco”, espetó.
Los moradores piden que los arreglos se aceleren, pues tampoco creen conveniente que el agua para consumo humano sea manipulada por varias personas. Temen al riesgo de un contagio de COVID-19
En el cantón vecino de Rumiñahui, al sur de la capital, el fuerte temporal también causó estragos. Según su Municipio, hubo la crecida de los ríos Tinajillas, Capelo y San Nicolás, afectando a los sectores aledaños. Allí se registraron inundaciones, caída de árboles, cerramientos y muros. “Se colaboró en la evacuación de lodo y agua de varias propiedades”, expresaron en un comunicado.
Además, informó que algunas de estas viviendas están construidas en sitios inseguros y no autorizados por la municipalidad.