Exclusivo
Actualidad
¡Al fin! 69 finaditos que estaban desaparecidos en Guayaquil ya podrán descansar en paz
Representante del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses explicó que para la identificación se hicieron incluso pruebas de ADN
Vicente Torres Rodríguez tuvo que espera 104 días para por fin darle cristiana sepultura a su esposa, Josefina del Pilar Toala Urvina. Ella falleció el pasado 31 de marzo y es uno de los 216 cuerpos que hasta la mañana del lunes 13 de julio de 2020 permanecían en el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil.
“Mi esposa fue el primer cadáver en ser identificado. Pero para esto han tenido que pasar más de tres meses. Hoy (lunes) por fin vamos a enterrarla. Ella falleció de COVID-19. Esto le provocó un infarto”, expresó el viudo.
Pero al igual que Rodríguez, muchos otros deudos aguardaban por los restos de sus seres queridos. Tal es el caso de Evelyn Gutiérrez Tomalá. Su madre, Celeste Tomalá Cajamarca, murió el 29 de marzo, víctima del virus.
“Primero nos dijeron que se harían cargo del entierro, pero ahora dicen que lo hagamos nosotros. Para poder retirar el cuerpo de mi mamá ha sido un proceso”, explicó la joven.
En el exterior del Instituto Forense también estaban los familiares de José Emiliano Ramón Narváez y Pablo Manuel Mosquera Burgos, cuyos restos constaban como desaparecidos.
Una labor científica
El teniente coronel Christian Rengifo, del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses, señaló que para realizar el proceso de identificación se utilizaron mecanismos técnicos científicos y las autoridades ordenaron que Criminalística entregue los cuerpos.
“Varios de ellos ya se inhumaron por las disposiciones del Comité de Operaciones de Emergencia (COE Nacional). Por el volumen de los cuerpos no se entregarán todos en un día”, indicó Rengifo.
El jefe policial indicó que a los otros 147 cadáveres que aún están por entregar se les realizará un cotejamiento de ADN y que este proceso se realiza desde abril pasado.