La ganadora del reality ‘Soy el mejor’, la bailarina Antonella Moscoso, quiere aportar al arte y hacer que la danza sea reconocida. Por eso, a través de su academia, entregará becas vacacionales a niños de escasos recursos del cantón Baba, Los Ríos.

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Antonella busca apoyar a los ‘pelados’ que no tienen respaldo económico para desarrollar su talento. “Mis padres priorizaron mis estudios, por lo que no pude formarme en danza desde pequeña”, cuenta.

Sin embargo, su pasión por el baile la llevó a tomar cursos en la adolescencia, gracias a su mamá, lo que le permitió perfeccionarse y convertirse en bailarina. “Quiero que los niños que no puedan pagar una escuela de arte tengan la oportunidad de aprender”, añadió.

Eligió dicho cantón, pues recibió respuestas positivas de varias autoridades, quienes le han brindado su respaldo para realizar las actividades, incluso, le brindarán el Coliseo Carlos Torres Arana para que se realicen clases con el mayor número de niños posibles.

El reto de vivir del baile

Para Antonella, la danza en Ecuador aún enfrenta dificultades. “No hay un sueldo fijo para los bailarines, pero los programas de competencia han permitido que se den a conocer y sean remunerados”.

A pesar de esto, cree que la industria está evolucionando y que los influencers del baile están cobrando protagonismo. “Yo me considero una influencer de la danza y sé que la cultura en Ecuador va a seguir creciendo”, afirma.

Ganar ‘Soy el mejor’ no fue fácil. Antonella sintió que su victoria se postergó por 4 años, por varias razones, desde la salida de competidores fuertes como Jorge Heredia, hasta la participación de Renier Izquierdo, quien no bailaba. Pero cuando finalmente logró ser elegida como talento y no solo como bailarina, quedó embarazada.

“Demostré que la maternidad no es el fin de una carrera, sino el inicio de una etapa llena de fuerza”. Regresar al baile tras el embarazo fue un reto. “Tuve que recuperar mi figura, soportar críticas y aguantar el dolor de la cesárea, pero todo valió la pena”.

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