Los gritos desesperados de un reciclador alteraron la tranquilidad que hasta las 07:00 de ayer reinaba en las calles 11 y E, en el sector Cisne 2, al suroeste de Guayaquil.

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El hombre, quien recogía envases plásticos y cartones de los desperdicios dejados en una esquina de esta zona, abrió una de las bolsas plásticas negras y descubrió partes del cuerpo desmembrado de un hombre.

“Estábamos dormidos cuando escuchamos: ‘¡Un muerto, un muerto!’. En mi casa todos nos levantamos de inmediato y salimos a ver qué ocurría. Efectivamente, en las bolsas había restos humanos”, relató un vecino, quien pidió mantener su identidad en reserva.

Pocos minutos después, la policía llegó para realizar las pericias y recoger indicios en el lugar donde se halló el cuerpo desmembrado en cinco partes.

El teniente Édison Molina, jefe del distrito Portete, indicó que la víctima, presuntamente, se dedicaba al expendio de drogas y tenía tatuajes alusivos a una organización criminal. Las dos bandas que se disputan la zona son Los Tiguerones y Los Lobos.

Este es el quinto hallazgo de restos humanos en cinco días consecutivos en Guayaquil. Tres de ellos ocurrieron en el distrito Nueva Prosperina (martes, jueves y viernes), y uno en el distrito Sur, el miércoles de esta semana.

Un oficial de una unidad de investigación de la Policía explicó que estos macabros hallazgos tienen dos motivaciones: la lucha de poder entre organizaciones criminales por territorio y la intención de generar miedo en la ciudadanía, que no quiere pagar la denominada ‘vacuna’.

“Estas bandas terroristas buscan hegemonía en un sector. Actúan con este nivel de violencia para enviar un mensaje a sus rivales: ‘Si no te ajustas, esto te va a pasar, porque yo soy más violento’. También quieren generar miedo en la ciudadanía, especialmente en el distrito Nueva Prosperina, donde las personas son extorsionadas e incluso abandonan sus casas”, explicó el investigador.