Los verdugos de un adolescente de 17 años y del dueño de una barbería, Jonathan Enrique Balseca Santos, de 34, ubicada en el sector de La Floresta 2, en el sur de Guayaquil, llegaron en una motocicleta y una tricimoto.

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Antes de perpetrar el hecho violento, merodearon la zona e incluso preguntaron a los moradores dónde se encontraba el local. El doble sicariato ocurrió a las 16:00 del viernes 18 de octubre, justo diagonal a una Unidad de Policía Comunitaria (UPC). Las víctimas estaban dentro del negocio.

Según información de la Policía, el objetivo de los atacantes era, presuntamente, el propietario de la peluquería, quien habría recibido amenazas de una organización delictiva.

“Algunos moradores vieron cómo una motocicleta y una tricimoto preguntaban por la ubicación de la barbería, y después solo escucharon las detonaciones. Al salir, se percataron de que había dos personas heridas, quienes fueron trasladadas de urgencia al hospital por amigos y familiares”, explicó un investigador policial.

Balseca estaba cortando el cabello a un cliente en el momento del ataque. El adolescente, de 17 años, acababa de llegar y esperaba su turno para ser atendido. En la escena del crimen, los agentes de Criminalística recogieron dos indicios balísticos de calibre 9 milímetros.

La mañana siguiente, los residentes de esta zona, parte del distrito sur, el tercero con más muertes violentas en la Zona 8, después de Durán y Nueva Prosperina, lamentaban no solo las muertes de sus vecinos, sino también el hecho de que el doble asesinato ocurrió a apenas 50 metros de una unidad policial. El distrito suma ya 246 homicidios entre el 1 de enero y el 19 de octubre.

“Los sicarios ahora son más atrevidos. Disparan sin importarles si hay menores de edad o si están cerca de la policía. Aunque la estación policial casi siempre está vacía. Los policías vienen y van”, comentó un lugareño, quien, por temor a represalias, pidió mantener su identidad en reserva.

Jefferson Alexander Eslao Figueroa, de 32 años, fue asesinado a tiros la noche del viernes en la cooperativa 11 de Septiembre, en la parroquia Pascuales, Guayaquil.

La víctima estaba sentada en la vereda cuando fue atacada por un individuo que llegó caminando. Personas cercanas lo trasladaron a una casa de salud, donde se confirmó su fallecimiento horas después.

Figueroa tenía tres antecedentes penales por tráfico de drogas.

La noche del viernes, un hombre sin documentos de identidad fue perseguido por sujetos a bordo de una motocicleta, quienes, tras alcanzarlo, le dispararon en repetidas ocasiones.

El violento suceso tuvo lugar en las calles 4 de Noviembre y la Séptima, en el suroeste de Guayaquil. En el momento del ataque, la zona estaba sin suministro eléctrico.

La víctima recibió tres impactos de bala en el tórax y un disparo en el hombro derecho. (AEB)

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