Por unanimidad, la tarde del lunes 5 de agosto de 2024, los jueces de la Corte Nacional de Justicia sentenciaron a 26 años de prisión a los expolicías Mario Cevallos, Marcos Villacrés, Aurelio Chila y Erick Salinas, como coautores del delito de desaparición forzada, en el conocido caso Fybeca, también llamado Las Dolores o González y otros.

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Este fallo condenatorio, de parte de los magistrados Felipe Córdova (ponente), Javier de la Cadena y Julio Inga, contempla también el pago de una multa de 800 salarios básicos, que en dinero equivale a 368 mil dólares. A esta cantidad se sumará la reparación integral.

La Fiscalía General del Estado informó que para conseguir esta sentencia contó con un testimonio anticipado, once testigos (tres son expertos), cinco peritos y cinco pruebas documentales que demuestran que el 19 de noviembre de 2003, en el local de la farmacia Fybeca, de La Alborada, en el norte de Guayaquil, se registró la desaparición forzada de Johnny Elías Gómez Balda, César Augusto Mata Valenzuela y Erwin Daniel Vivar Palma. “a manos de una estructura para-policial”.

El Ministerio Público ha ratificado que este grupo estuvo dirigido por Eduardo González -quien en la época era mayor de Policía y actualmente estaría prófugo en los Estados Unidos- y estaba conformado por miembros activos y pasivos de la institución.

En la audiencia, la Fiscalía expuso que este grupo habría actuado con planificación y que el día del suceso se habrían reunido a las 05:00 en las instalaciones de la Policía Judicial de Guayaquil. “Posteriormente, procuraron estar presentes en las inmediaciones de la farmacia, previo a que se suscitara el robo y así tener garantizada la intervención en el control del interior y exterior del lugar”, ha informado la entidad.

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Luego de eso, privaron de su libertad a las víctimas y “emprendieron un sinnúmero de transgresiones de diversa índole. Primero, llevaron a las víctimas a un vehículo Nissan Pathfinder y posteriormente los trasladaron a las instalaciones de la Policía Judicial. En dicho lugar, continuaron con las torturas”.

Los tres fueron lanzados al Salado, donde los balearon, pero Erwin Vivar sobrevivió y en 2016 fue localizado en Venezuela. Él brindó su testimonio anticipado, donde relató que huyó para precautelar su vida y que había logrado sobrevivir porque se cubrió con el cuerpo de Elías Gómez cuando le disparaban.

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