De los apagones a los daños y robos. Los habitantes de Guayaquil, al igual que ciudadanos de otras zonas del país, están hartos de que no se cumpla el horario anunciado de los cortes programados. A esto se suma su enojo por los desperfectos en aparatos electrónicos y el robo de generadores.

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“Mi refrigeradora se dañó, al igual que el aire acondicionado. Estoy desesperada apagando y encendiendo los breakers. Nunca se cumple lo que se comunica oficialmente, y eso es un problema grave”, se quejó Doménica Santos.

Elizabeth Zevallos, residente de Álamos Norte, comparte su frustración. Lleva tres días “adivinando” los horarios de los cortes. “No he podido dormir”, dice. Por ejemplo, el pasado 30 de octubre, se anunció que la energía se iría a las 09:00 y volvería a las 14:00, así que desconecté todo. Sin embargo, la electricidad se fue a las 12:00 y regresó a las 17:00.

Esa noche, para la madrugada del 31 de octubre, se anunció un corte a medianoche hasta las 05:00, pero se fue a la 01:00 y volvió a las 02:00, aunque ella no se enteró hasta la mañana siguiente. “Desconecté todo, incluida la refrigeradora, y ahora corro el riesgo de que algunos productos se dañen. Dormí con calor. Con tanto apagar y encender los interruptores, dos breakers se me dañaron”, señaló.

En otras zonas, como La Garzota, Urdesa y La Pradera, los residentes reportan inconvenientes similares. Romina Delgado, quien el 31 de octubre esperaba un corte de luz de 05:00 a 11:00, desconectó todo y no cargó los focos recargables. Sin embargo, la energía se cortó a las 11:00, mucho más tarde de lo anunciado. “¿Cuándo volverá? Es un misterio. Preparé todo para que mi familia almorzara aquí, y ahora todo está caliente, y la cocina de inducción tampoco funcionará. Esto es indignante”.

Además, el robo de generadores de energía de algunos locales comerciales en el centro de la ciudad también causa indignación. Usuarios de redes sociales han expresado su rechazo ante la sustracción de uno de estos aparatos en el sector de la Bahía. Un video de seguridad muestra a un supuesto cliente aprovechando el descuido de los trabajadores para empujar el generador hacia el interior del local y escapar con él.

Para prevenir más robos, los propietarios de negocios aseguran los generadores con cadenas. La Policía Nacional ha destinado unos 50 agentes para patrullar esa zona comercial. 

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