Una amenaza de bomba causó pánico en los comerciantes y moradores de las calles Sucre y Chile, en pleno centro de Guayaquil. La alerta ocurrió alrededor de las 17h00 de este martes 6 de agosto.

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Según los trabajadores de la zona, una persona llegó y dejó una caja de cartón afuera de un local comercial y se fue gritando que se trataba de una bomba.

Una vez que la Policía Nacional conoció del hecho, se procedió a cerrar dos calles a la redonda y a evacuar a los trabajadores de la mencionada intersección.

Cuando los alrededores del sitio donde fue dejado el paquete sospechoso estaban despejados, artificieros del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) llegaron para corroborar el contenido de la caja, la cual fue movida por un gendarme que llevaba un traje de protección antiexplosivos.

A las 18h17 se encendió una sirena y a través de un altavoz se informó que se iba a realizar una detonación controlada, pidiendo a los residentes que cerraran sus ventanas para evitar que los cristales se rompan a causa de la onda expansiva.

Finalmente se realizó la explosión controlada sin registrarse daños materiales a la calle ni a los inmuebles cercanos. Luego, el personal antibombas procedió a recoger los restos del paquete sospechoso y despejar el lugar para poder reabrir la calle.

A causa de la amenaza de bomba, la cual ocurrió en un sector que presenta denso flujo vehícular a esa hora de la tarde, se generó una gran congestión vehícular, que se vio empeorada por el número de curiosos a pie que se mantenían parados en media calle y los carros que detenían la marcha para curiosear por qué estaba cerrada la avenida.

A pesar que el procedimiento duró más de una hora y el colapso vehícular que este causó, ningún uniformado de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) se presentó para ayudar a descongestionar las calles.

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