La noche del domingo 3 de noviembre de 2024, la comunidad de la parroquia Panzaleo, en el cantón Salcedo, se conmocionó ante la noticia del hallazgo de un cuerpo sin vida en sus alrededores. 

(Lea también: En el centro de Guayaquil, policía quedó herido en violento robo)

Se trataba de un hombre de aproximadamente 53 años, quien, según los primeros informes, presentaba signos de violencia y estaba atado de manos con sogas. Todo indicaría que el cuerpo pertenecería al sacerdote Enrique Arcos, desaparecido desde el 30 de octubre.

Las autoridades, hasta el momento, no han revelado detalles sobre las circunstancias ni el posible móvil del crimen. El vehículo del sacerdote sigue desaparecido, lo cual añade un componente de misterio a la trágica situación.

El sacerdote Enrique Arcos fue visto por última vez en Ambato, en la ciudadela Cristóbal Colón, en la avenida Los Shyris, cerca del Colegio Bolívar según se dio a conocer en la denuncia de la desaparición presentada en la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased).

Desde el momento de la desaparición, tanto sus familiares como amigos y miembros de la iglesia realizaron intensos esfuerzos para dar con su paradero, temiendo por su integridad y rogando por su regreso.

La angustia comenzó cuando el sacerdote dejó de responder a llamadas y mensajes. Enrique Arcos, quien se movilizaba en un vehículo KIA rojo, sus familiares, preocupados, presentaron una denuncia de desaparición ante las autoridades casi de inmediato. La Dinased activó los protocolos de búsqueda, desplegando recursos para localizarlo cuanto antes. Sin embargo, durante esos días, las pistas eran escasas.

Hasta la noche del domingo 3 de noviembre cuando se encontró el cuerpo sin vida del sacerdote.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!