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Crónica roja
Testimonios de taxistas en Quinindé: Es un peligro tener este oficio
Algunos solo trabajan en las mañanas, otros prefieren alquilar su vehículo. Los conductores han tomado estas medidas por las muertes de sus compañeros
Ser taxista en Quinindé se ha vuelto una actividad extrema. Los choferes y dueños de las unidades trabajan con miedo y con un ‘nudo en la garganta’ a causa de la inseguridad y una ola de violencia que solo este año ha cobrado la vida de tres taxistas de este cantón del centro de la provincia de Esmeraldas.
A semana seguida, dos taxistas de la cooperativa Los Jardines fueron asesinados en extrañas circunstancias, en distintos puntos de la zona rural de Quinindé, lo cual ha activado las alarmas y el temor del gremio de taxistas quinindeños.
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El primer caso fue el de Darwin Gualpa, quien fue baleado hace una semana en la zona de Guayllabamba, tras ser contratado para realizar una carrera. Y el último caso se registró la tarde del pasado lunes 23 de octubre cuando Luis Vera, también fue encontrado sin vida y con signos de violencia, en las inmediaciones del registro Guachal, también en la zona rural de Quinindé.
Según el testimonio de un familiar de Zambrano, él se habría resistido a transportar un cargamento presuntamente de droga, por lo que su muerte habría sido consecuencia de esa negativa.
Un compañero del gremio contó a EXTRA que Vera fue fletado aproximadamente a las 13:30 del pasado lunes 23 de octubre. Reportó en los grupos de WhatsApp de la cooperativa de taxis Los Jardines haber tomado una carrera en el barrio 3 de Marzo con destino al recinto Guachal, ubicado a 30 minutos de Quinindé y esa fue la última vez que se supo de él.
Y en vista de que dejó de reportarse y que no respondía su teléfono celular, sus colegas emprendieron una intensa búsqueda que tuvo resultados horas después. Vera fue encontrado tirado en la maleza, junto al taxi, lleno de sangre, aparentemente con una profunda herida en su cuello, presuntamente fue realizada por un arma blanca.
El taxi que conducía estaba lleno de sangre y con el asiento del conductor reclinado hacia atrás. En el asiento posterior había también una piedra, por lo que se presume que antes de ser degollado, fue golpeado con dicho objeto contundente en la cabeza.
"Todos estos indicios fueron puestos en cadena de custodia y con ellos tendremos información más precisa sobre las causas de la muerte y esperamos que eso nos conduzca a dar con los responsables de este lamentable crimen", aseguró una fuente policial.
- TRABAJAN CON MIEDO
Estos asesinatos han aumentado el miedo y la angustia del gremio de taxista de Quinindé, quienes aseguran que salir a trabajar a diario es arriesgar la vida. "El hecho de salir ya es ponerse en riesgo", aseguró Kléber, quien trabaja como taxista desde hace dos años.
Dario, otro dueño de taxi en Quinindé, dice que dejó de trabajar por seguridad y por pedido de su familia, por lo que ahora alquila su vehículo. "Hasta hace un mes trabajaba desde la mañana hasta el final de la tarde, pero no hay garantías para seguir en la calle, por eso ahora alquilo el carro", explicó.
Mientras que David, taxista desde hace más de 25 años, dejó de laborar en las noches para hacerlo únicamente en el día, por temor a ser asaltado. "Me robaron tres veces este año, mi familia me dijo que ya no me exponga porque a la próxima me matan", confesó David.
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