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Terror y muerte en Esmeraldas: la ola de sicariato no da tregua

En tan solo 72 horas, 10 vidas han sido segadas violentamente en la ciudad de Esmeraldas

Nuevas muertes causan terror en Esmeraldas.
Nuevas muertes causan terror en Esmeraldas.Cortesía

El barrio Bellavista Alto fue testigo de una nueva jornada sangrienta que ha sacudido a Esmeraldas. La tarde de este martes 20 de agosto de 2024, Boris Caicedo, de aproximadamente 28 años, encontró un final trágico y brutal frente a su propia vivienda, en las calles Batallón Montúfar y Panamá.

A plena luz del día y sin ninguna pizca de misericordia, sicarios armados lo persiguieron hasta el patio trasero de su casa, donde fue abatido a tiros mientras intentaba desesperadamente escapar de una muerte que ya lo había sentenciado.

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El eco de las balas no solo quebró el silencio del vecindario, sino también el frágil sentido de seguridad que quedaba en la comunidad. Su esposa y una vecina fueron víctimas colaterales de este ataque despiadado, resultando gravemente heridas y siendo trasladadas de urgencia a una casa de salud.

La sangre de Caicedo aún no se había secado, cuando la ironía macabra del destino se reveló: los vecinos acababan de regresar del sepelio de otro joven del barrio, también víctima de sicarios apenas dos días antes.

Muertes sacuden a Esmeraldas casi todos los días.
Muertes sacuden a Esmeraldas casi todos los días.Cortesía

Vecino regresaba de un sepelio

En tan solo 72 horas, 10 vidas han sido segadas violentamente en la ciudad de Esmeraldas. Barrios como 26 de Junio (Tripa de Pollo), 24 de Mayo, Malecón, Lavallen y Batallón Montúfar se han transformado en campos de batalla donde el sicariato reina impune, dejando tras de sí un rastro de muerte y miedo.

La escalada de violencia ha colocado a Esmeraldas en el ojo del huracán, desatando una ola de pánico que mantiene a sus habitantes en vilo, encerrados en sus casas y rezando por que la próxima víctima no sea uno de los suyos.

Las autoridades intentan calmar las aguas con operativos policiales y promesas de justicia, pero la sombra del crimen sigue al acecho, impasible y cada vez más letal.

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