El silencio apesadumbrado de la parroquia San Gregorio, en el cantón Muisne, fue roto por un grito desgarrador en la mañana de este domingo 25 de agosto de 2024. A las orillas del río Puerto Nuevo, un cuerpo sin vida yacía inerte, cubierto solo por el misterio y la tristeza.

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Eran cerca de las 11:00 cuando las autoridades locales recibieron una llamada de emergencia que alertaba sobre una presunta muerte. Al llegar al lugar, los agentes se encontraron con una escena inquietante: el joven Jefferson Rigoberto Ramos Napa, de tan solo 24 años, había sido hallado sin signos vitales.

Su esposa, Jazmín Silvana Mendoza Proaño, en medio de un llanto desconsolado, fue quien confirmó la desgarradora noticia. "Es él... es mi Jefferson...", repetía entre sollozos, mientras las sombras de la tragedia comenzaban a caer sobre su vida.

Las causas de la muerte permanecen como un enigma. No se encontraron indicios claros en el lugar, y el cuerpo del joven espera una autopsia que arroje luz sobre las circunstancias de su inesperado deceso. El equipo del ECU 911 fue notificado de inmediato, y el teniente coronel a cargo, junto con su equipo, iniciaron una investigación preliminar para esclarecer los hechos.

Mientras tanto, en el pequeño rincón de San Gregorio, la comunidad queda sumida en la incertidumbre y el dolor. Las preguntas se arremolinan, pero las respuestas siguen siendo esquivas.

Una joven vida ha sido apagada de manera trágica, dejando tras de sí un vacío que difícilmente podrá ser llenado.

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