En el barrio La Propicia, sector La Chamera, de Esmeraldas, la calma habitual fue interrumpida la noche del martes 28 de enero de 2025 por el estruendo de disparos que resonaron en la oscuridad. Dos hombres conocidos como La Papa y San Andrés fueron asesinados en su hogar. Ellos se habían mudado hace apenas tres meses al sector.

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La esposa de una de las víctimas dijo: “escuché los disparos y no sabía qué hacer. Corrí y me escondí debajo de la cama, pensé que iba a morir”, relata entre lágrimas.

Familiares sostienen que eran trabajadores

Las víctimas eran conocidas porque recorría los sectores del sur, vendiendo mariscos en carretas. “Eran buenos hombres, siempre sonriendo y saludando a todos”, recuerda Juan Cuero, un amigo cercano y remarca que “nunca se metieron en problemas”.

La policía que llegó rápidamente al lugar de los hechos, investiga el caso pero se enfrenta a un silencio en la comunidad tiene miedo de hablar.

Un oficial afirma que “estos crímenes están relacionados con bandas locales, pero la gente no quiere colaborar por temor a represalias”.

La tragedia ha dejado una huella profunda en La Chamera. Los vecinos piden que las autoridades hagan algo, “que nos protejan”.

Los familiares de las víctimas, devastados por la pérdida, exigen justicia. “No eran criminales, eran hombres de trabajo”, grita la madre de una de las víctimas. “Queremos que se haga justicia”, reclamaba.

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