San Pedro de Vilcabamba, en la provincia de Loja, enfrenta una emergencia sin precedentes debido a un incendio forestal que ya ha arrasado aproximadamente 4.000 hectáreas de vegetación. El impacto ambiental y económico es devastador, con el fuego avanzando hacia áreas protegidas del Parque Nacional Podocarpus, considerado uno de los mayores reservorios de biodiversidad en el sur del Ecuador.

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Este lunes, helicópteros de las Fuerzas Armadas y de Italia realizaron 16 descargas de agua para controlar las llamas. Aunque las autoridades aseguran que el incendio está parcialmente contenido, el daño para las familias locales y el ecosistema es irreparable. "La pérdida de colmenas, animales y cultivos ha dejado a muchos con las manos vacías", afirmó Jimmy Toledo, presidente de la Junta Parroquial, quien estima que las pérdidas económicas superan los tres millones de dólares.

Familias en la ruina y biodiversidad en peligro

En la zona, los testimonios de los afectados reflejan la magnitud del desastre. Miguel Mosquera, un pequeño ganadero, enfrenta la posible pérdida de sus ocho vacas, esenciales para su sustento. "Están heridas por las quemaduras y sin pastizales para alimentarlas no sobrevivirán. Todo mi esfuerzo está en riesgo", lamentó.

La emergencia también ha cobrado un alto costo en la salud de los habitantes. Diego Benavides, médico voluntario, señaló que ha atendido a más de 60 personas afectadas por el humo y las altas temperaturas. “El trabajo de quienes combaten el fuego es admirable, pero las condiciones son extremas”, explicó.

El incendio también amenaza al Parque Nacional Podocarpus, un área de incalculable valor ecológico. Equipos de bomberos y comuneros han trabajado día y noche para proteger las zonas más sensibles, aunque el daño causado por el fuego será difícil de revertir.

Medidas de emergencia y llamado a la acción

Las autoridades locales y nacionales han solicitado mayor apoyo para enfrentar la crisis. Jorge Carrillo, titular de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, calificó el incendio como “un ataque directo a la naturaleza y a las comunidades”. El funcionario aseguró que se investigarán las causas del siniestro y se aplicarán sanciones ejemplares a los responsables.

Mientras tanto, la contaminación causada por el humo ha obligado a la suspensión de clases en toda la provincia hasta el 20 de noviembre, según informó la ministra de Educación, Zaida Rovira. Además, se ha recomendado a la ciudadanía usar mascarillas como medida preventiva.

El incendio en San Pedro de Vilcabamba no solo deja pérdidas materiales, sino que pone de relieve la necesidad de implementar políticas de prevención y reforestación para evitar tragedias similares en el futuro.

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