“¡Justicia para mi bebé!”, gritaba la madre de Jacqueline Lilibeth Vera León, de 18 años, quien fue asesinada con 30 puñaladas y arrojada a la playa de la comuna Bajo Alto, en el cantón El Guabo, de la provincia de El Oro.

En este lugar hay consternación y dolor por lo ocurrido a la joven que tenía un prometedor futuro, pero fue víctima de un acto de violencia criminal.

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Lilibeth estudiaba el tercer semestre de Arquitectura en la Universidad Salesiana de Guayaquil, era conocida por su alegría, bondad y dedicación a sus estudios. Aunque se esforzaba por alcanzar sus metas académicas y profesionales, también compartía su tiempo con su familia. Así la describen sus primas y amigos, quienes ahora piden justicia. Ellos están seguros de que la muerte de Lilibeth se trata de un femicidio.

El fatídico jueves 9 de mayo de 2024, mientras disfrutaba de un día en la playa con su familia y celebraban el cumpleaños de su tía, Lilibeth se alejó de sus parientes para irse con un muchacho, quien decía ser la persona que la amaba.

Según relatos de testigos, el supuesto novio, identificado como Javier Cárdenas, de 20 años, la condujo a un lugar apartado con la excusa de conversar.

El padre y el tío de la víctima dijeron a los agentes investigadores el ‘pelado’ les afirmó que Lilibeth se encontraba triste y que no quería regresar a casa, que la dejó en una zona oscura cerca del puente de Bajo Alto, que “quedaba bien”.

Sin embargo, poco después, los parientes escucharon gritos desgarradores en medio de la noche, pero Javier no se atrevió a acudir, han afirmado allegados de la víctima.

Familiares de Lilibeth fueron a buscarla y la encontraron al borde de la muerte, con heridas mortales. A pesar de los esfuerzos desesperados por salvarla, la joven perdió la vida debido a una hemorragia aguda. La primera sospecha fue que perros la habían mordido, pero la autopsia reveló que 30 puñaladas acabaron con su vida.

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El Movimiento de Mujeres de El Oro se apersonó de este caso e indicó que el proceso judicial está lleno de confusión y frustración.

Javier fue detenido, pero luego fue liberado. Sin embargo, nuevamente fue buscado y detenido ante las contradicciones en su versión y porque revisaron las grabaciones de las cámaras de seguridad del sector. En ellas se vio que él ingresó a la playa en su moto, con la víctima. Luego salió y después volvió nuevamente con dos motos más. 

Se realizó la audiencia y la Fiscalía mostró indicios de que él estaría implicado en el delito. La jueza dictó prisión preventiva en contra del hombre.  (FC)

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