La sanación de dos personas, hechos estudiados por expertos y después reconocidos por la Santa Sede como intercesión milagrosa, por los cuales de Narcisa de Jesús Martillo Morán fue canonizada, pero en el cantón Nobol (Guayas), donde reposan sus restos, devotos atribuyen una indeterminada cantidad de curaciones.

El devoto Gonzalo Zambrano acudió a la misa oficiada por los enfermos en el santuario, ubicado a orilla del río Daule, el primer viernes de octubre, previo a la fecha aniversaria de cuando ella fue declarada santa (12 de octubre).

(Te invitamos a leer:  Arzobispo de Guayaquil: Papa Francisco nombró cardenal a monseñor Luis Cabrera)

Según sostiene desde que se enteró que los viernes dedican oraciones por la salud, él procura estar en misa en esos días, pero “desde siempre” ha expresado su devoción a la Violeta de Nobol y le atribuye dos ‘favores’. “Ella me hizo dos milagros. Hace años por una inyección que me pusieron mal, estuve como tres meses sin poder caminar. Le pedí que me sane y me recuperé”, confesó.

También cree que la virgen intervino en una ocasión cuando estaba tambaleando en su puesto de trabajo. Le suplicó y siguió en su ‘camello’.

En estas últimas ocasiones vuelve a pedirle por su salud, “porque estoy perdiendo la visión, soy diabético e hipertenso”. Por eso, con esa fe en Dios y en la Virgen, apoyado en su bastón, caminó hacia donde estaba expuesta la reliquia de Narcisita, la tocó, expresándole su nuevo deseo.

Elsa Hidrovo también acudió ese viernes y desde la puerta se dirigió hacia el altar, pero de rodillas, por una promesa. Sostiene que su fe se fecundó desde el vientre de su madre. Son muchas cosas por las que le agradece a Narcisita y especialmente por su curación de niña.

Resume que su madre le contó que a los dos años le dio ‘la polio’ y los médicos les indicaron que debía usar zapatos especiales con soportes. Su mamá no se resignó y la llevó ante Narcisita, cuando la tenían en la iglesia San José, en Guayaquil. “Mi mami entró de rodillas a la iglesia y me llevó en brazos y le pidió a la Virgen por mi. Después de eso pude caminar bien”, recuerda la creyente y esa fe se cimentó en ella.

Desde el sector de Canuto, de la provincia de Manabí, arribaron al templo Elena Moreira Zambrano y su familia. Llegaron una vez más a agradecer por su hija y su nieto. Contó que la joven tuvo un embarazo muy complicado y en oraciones pidieron la intervención de la santa. En gratitud, cuando el niño tuvo su primer añito, lo llevaron ante la virgen. Nueve años después volvieron para volver a agradecer por ese favor y otras bendiciones.

Con la colocación de un nuevo mural sobre la vida de santa Narcisa de Jesús se iniciaron las adecuaciones en el museo adjunto a su santuario, en el cantón Nobol, como parte de la preparación para la declaratoria de la santa como patrona de la Diócesis de Daule.

En la parroquia desarrollan un programa de acogida de los peregrinos de diferentes parroquias, previo a la misa campal del acto, a realizarse el 7 de diciembre próximo.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!