Botellas de vidrio y plástico abandonados en áreas naturales, junto con las altas temperaturas, habrían contribuido al inicio y propagación de los últimos incendios forestales que han dejado secuelas en la ciudad de Loja y sus parroquias.

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En los últimos días, el Cuerpo de Bomberos de Loja ha combatido hasta diez incendios forestales y controlado focos en sectores como Gualel, Vicente Rocafuerte, Belén, Capulí, Celen y Quiloma. Sin embargo, los incendios aún están activos en Malacatos, Vilcabamba, San Lucas, Calén y a lo largo de la vía Loja-Cuenca.

Cristian Alvarado, director estratégico del Cuerpo de Bomberos de Loja, mencionó que han logrado enfrentar la situación, pero pidió a la ciudadanía a evitar las quemas de pastizales, ya que podrían derivar en incendios incontrolables, afectando aún más la provincia.

Personal de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos se mantiene en constante monitoreo y en reuniones para evaluar la situación. Desde esta entidad también se llamado a la ciudadanía a evitar conductas que puedan desencadenar estos incendios, como el descuido de objetos inflamables y residuos que puedan actuar como lupas.

Anteriores emergencias

El 24 de octubre anterior, en el sector de Zamora Huaico, a cinco minutos de Loja, un incendio forestal consumió alrededor de 120 hectáreas. La emergencia movilizó a 26 bomberos que caminaron cerca de un kilómetro para llegar al sitio en medio de una accidentada geografía. 

El prefecto de Loja, Mario Mancino, anunció que, en colaboración con la Alcaldía de Quilanga, se llevará a cabo un proceso de reforestación en las zonas afectadas, tras un incendio que se prolongó por cerca de quince días.

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