En la calle Colón, en el barrio 24 de Mayo del cantón Píllaro, provincia de Tungurahua la tristeza es palpable en cada rincón. Las puertas entreabiertas y los rostros de los vecinos reflejan el vacío que dejó la partida de la piloto Diana Ruiz Solís, conocida cariñosamente como la Chinita.

Diana, de 32 años, quien perdió la vida en un accidente aéreo en el cantón La Libertad, provincia de Santa Elena, la tarde del 26 de noviembre de 2024, era una destacada oficial de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Con ella murió el cadete Juan Andrés Pacheco Ramírez.

(Te invitamos a leer: Usando drones: así fue el increíble rescate de un secuestrado en Yaguachi)

Ruiz fue un ejemplo para su comunidad, no solo por haber alcanzado el cielo como la primera mujer piloto de un avión supersónico en Ecuador en 2014, sino también por su calidez humana.

Alexandra Huachi, quien vive frente a la casa donde Diana creció, recordó que la tragedia llegó como un golpe inesperado. “Vi a sus padres, Iván y Geoconda, llorando desconsolados. Salí de mi negocio para acompañarlos. Todos aquí sentimos su pérdida como si fuera nuestra”, manifestó Alexandra entre lágrimas.

El impacto dejó no solo dolor en Píllaro, sino también conmoción nacional. Diana no era una piloto cualquiera: representaba un logro histórico para las mujeres en la aviación ecuatoriana.

No llegó al altar

Ella había cumplido muchos de sus sueños, pero uno quedó pendiente. “Hace un año se casó por lo civil y todos estábamos emocionados por su boda eclesiástica, que iba a ser este 21 de diciembre. No llegó a cumplir su otro sueño de casarse por la Iglesia”, lamentó Blanca Ortega, una vecina de 87 años, con los ojos hinchados de tanto llorar.

Desde pequeña, la Chinita mostró una determinación admirable. Su familia y amigos del barrio 24 de Mayo la vieron crecer, esforzarse y finalmente celebrar su logro de convertirse en piloto de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, un camino que inspiró a muchas niñas de su comunidad.

Cuando alcanzó el hito de pilotear un avión supersónico, su cantón natal le rindió homenajes en vida. Diana solía participar en charlas motivacionales, donde hablaba con pasión sobre la importancia de perseguir los sueños.

Esperan sus restos

Este miércoles 27 de noviembre de 2024 en el Teatro Obrero de Píllaro todo estaba listo para recibir los restos de Diana. Sus vecinos estaban ansiosos y organizados para acompañar a su heroína en caravana.

“Era una mujer valiente, alegre y con un corazón gigante. Perdimos a alguien que no solo voló alto, sino que llevó a todos nosotros en su vuelo”, expresó Alexandra, con la voz quebrada.

Su vuelo quedó inconcluso, al igual que su llegada al altar, pero su historia seguirá volando en el corazón de quienes la conocieron.

Despedida a los héroes

Los cuerpos de la capitana Diana Estefanía Ruiz Solís y el cadete Juan Andrés Pacheco Ramírez fueron trasladados a la Escuela Superior Militar de Aviación Cosme Renella Barbato, donde se levantó una capilla ardiente en su honor. La ceremonia se realizó en absoluta reserva.

Después los féretros fueron llevados a sus lugares de origen. Los restos de Ruiz Solís los trasladaron a Píllaro, en la provincia de Tungurahua.

Primera mujer en pilotear un supersónico

La capitana Diana Estefanía Ruiz Solís, de 32 años, marcó un hito en la aviación ecuatoriana al ser la primera mujer en pilotear aeronaves capaces de superar la barrera del sonido, un logro que alcanzó en marzo de 2014, convirtiéndose en un ejemplo para nuevas generaciones de pilotos.

Ruiz Solís, quien ingresó a la FAE en 2009, era admirada por su valentía y su pasión por la aviación. “Era solidaria, una deportista completa, practicaba ciclismo, yoga y patinaje. Estaba casada, pero no tenía hijos. Vivió para valorar la vida”, comentó con tristeza una allegada.

La FAE emitió un comunicado lamentando profundamente la pérdida de sus dos integrantes y además destacó el compromiso, valentía y trayectoria impecable de la capitana Ruiz Solís, así como el prometedor futuro del cadete Pacheco Ramírez.

Pilotos realizaban vuelo de entrenamiento

El brigadier Luis Fierro, del Comando de Operaciones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), acudió la mañana de ayer a la avenida Eleodoro Solórzano, en La Libertad, para realizar una inspección en el lugar donde se estrelló la avioneta de la institución.

“Estamos a la espera de los integrantes de la Junta Investigadora de Accidentes Militares. La aeronave permanecerá en este lugar para que ellos (los peritos) puedan recopilar todas las evidencias y luego trasladarla a otro sitio donde se continuará con las pericias”, informó el oficial.

Fierro confirmó que la capitana Diana Estefanía Ruiz Solís y el cadete Juan Andrés Pozo Ramírez realizaban un vuelo de entrenamiento a bordo de la avioneta DA 20C1 FAE-1064.

Avioneta cayó en vía concurrida

Los habitantes de la avenida Eleodoro Solórzano, entre las calles 19 y 20 del cantón La Libertad, siguen impactados por el accidente aéreo de la tarde del martes 26 de noviembre de 2024, cuando la avioneta modelo DA 20 C1 FAE 1064 se precipitó en el lugar.

El sector es comercial y muchos consideran asombroso que solo hayan fallecido los dos tripulantes de la nave, miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Aunque el accidente dejó también dos civiles heridos, ambos ya se encuentran fuera de peligro.

“Pasé por el lugar segundos antes de que la avioneta cayera. No estaba volando bajo, parece que el motor estaba apagado porque el impacto fue seco”, relató Fabián Jara, testigo del incidente.

Erodita Baque, comerciante del sector, contó con nerviosismo: “Tuve suerte porque mi negocio está justo donde cayó la avioneta, pero por el fuerte sol de ese momento me crucé al otro lado. Entonces vi cómo cayó desde el cielo”.

Olmedo González, quien había acudido a un local de pinturas, explicó que la tragedia pudo ser peor. “Justo el semáforo cambió a verde y los vehículos avanzaron. Fue un milagro, porque si la avioneta caía sobre los carros o explotaba, la desgracia habría sido mucho mayor”.

Heridos en recuperación

El doctor Alfonso Baste, quien atiende a uno de los heridos, un motociclista de delivery, indicó que su paciente está mejorando. “Tiene una fractura en la nariz y, aunque todavía está asustado, ya se encuentra más estable”, señaló el médico.

El joven resultó herido al ser golpeado por una de las alas de la aeronave. El médico destacó que llevar bien puesto el casco le salvó la vida al hombre, ya que el impacto ocurrió en la cabeza.

El otro herido es un conductor cuyo vehículo también fue impactado por la avioneta siniestrada.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!