Un artefacto explosivo fue hallado la mañana de este viernes 16 de agosto de 2024 frente al Comercial Aldaz, situado a escasos metros del concurrido mercado general de la ciudad de Esmeraldas La explosión parecía inminente y el miedo recorrió las calles mientras la Policía Nacional del Ecuador rápidamente acordonaba el área y desalojaba a los comercios cercanos, evitando una catástrofe de proporciones inimaginables.

(Lee además: La oscura historia del 'decapitador de Cumbayá': fue detenido en Calderón)

Los hechos se desarrollaron con una rapidez asombrosa cuando Mentor Olmedo Pulpo Aldaz, propietario del local, recibió una escalofriante llamada. "Me dijeron que habían puesto una bomba afuera de mi tienda", confesó aún con la voz temblorosa. Desesperado, llamó al ECU-911 y se dirigió al lugar de los hechos, donde ya había un importante operativo policial desplegado para evitar que el peligro se transformara en tragedia.

Las imágenes de las cámaras de videovigilancia fueron clave para identificar a los responsables de este acto vil, y de inmediato se inició una persecución por parte de las autoridades. Mientras tanto, en el lugar del suceso, el Grupo de Intervención y Rescate (GIR) se encontraba trabajando contrarreloj.

El equipo de antiexplosivos desactivó el artefacto con una precisión quirúrgica, retirándolo para su posterior destrucción en un lugar seguro, evitando así un desastre que podría haber enlutado a toda la ciudad.

Además del explosivo, personal de criminalística descubrió una prueba crucial: un casquillo y un panfleto con un mensaje extorsivo, pistas que podrían desenmascarar a los responsables de esta amenaza.

“Solo te daré 5 segundos para que llames a este número. No queremos tomar otras medidas como la de aquel tiempo. No queremos ponerle coche bomba en todos sus locales ni en su finca. Atentamente: el que se secuestró aquel tiempo”, dice el panfleto hallado junto al explosivo.

La situación se complica, pues Mentor Olmedo ya había presentado denuncias previas ante la fiscalía, señalando que estaba siendo víctima de extorsión. "No es la primera vez que me amenazan", afirmó el comerciante, envuelto en una mezcla de miedo y resignación.

Las autoridades del UPC del Mercado han asegurado que intensificarán las visitas preventivas al local comercial para evitar que esta pesadilla vuelva a repetirse, mientras los habitantes de Esmeraldas rezan por el fin de esta ola de violencia y temor que azota sus calles.

¿Quieres leer sin límites? ¡Suscríbete!