La muerte de Emilio Miguel Segura Zamora, de 32 años, causó asombro en los habitantes del sector Nogales, zona suburbana del cantón Buena Fe, provincia de Los Ríos, porque trató de salir corriendo, pero fue alcanzado por pistoleros que le dispararon y remataron en el suelo.

En el levantamiento, la tarde del martes 21 de mayo de 2024, la policía confirmó que la víctima tenía antecedentes delictivos por asociación ilícita, ocultación de cosas robadas y asalto a mano armada, y había pagado condena por robo y hace poco tiempo había salido de la cárcel, por lo cual los agentes manejan la hipótesis de que su muerte sería por algún ajuste de cuentas.

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Él estaba sentado en la cancha y los antisociales habrían aprovechado para atacarlo. Su padre, Justo Segura, fue uno de los más consternados al verlo tendido en el piso con heridas de disparos. Él mencionó que su hijo tenía problemas de adicción a las drogas.

El progenitor explicó que ellos viven por la vía a Santo Domingo y que su hijo había salido en horas de la mañana y recordó que le había dicho que se cuidara y que no anduviera en la calle ya que es muy peligroso.

En medio del dolor, el pariente sostuvo que por más que lo aconsejaba a su hijo este no enmendaba por lo que ya no sabía qué hacer. Ahora su muerte  se la deja en manos de Dios ya que es el único que los puede juzgar.

Testigos indicaron que Segura estaba en la cancha donde todas las tardes se reúnen algunas personas a jugar pelota, y de un momento a otro llegaron sujetos en una motocicleta. La víctima al percatarse que iban hacia él intentó correr y refugiarse en una mecánica, pero le dispararon en  varias ocasiones y cayó en la calle empedrada.

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