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Balacera en cancha de ecuavóley deja un fallecido y tres heridos
Todo apuntaría a un ajuste de cuentas entre bandas delictivas. Un jugador fue la víctima colateral de esta balacera
Una balacera interrumpió violentamente un partido de vóley que se jugaba en una cancha pública de la parroquia San Camilo, ubicada entre las calles Estados Unidos, entre la A y la B, en Quevedo. El tiroteo ocurrió alrededor de las 17:00 horas de este domingo 17 de noviembre, alterando por completo la tranquilidad de la zona.
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En el lugar se desató una trifulca debido al tiroteo, que dejó como saldo la muerte de Byron Morán Velásquez, quien, según información de la Policía, sería una víctima colateral. Además, tres personas resultaron heridas. Testigos indicaron que el partido se jugaba con normalidad cuando, de repente, una motocicleta con sujetos sospechosos cruzó por el lugar. Luego, un automóvil blanco se detuvo y varios individuos descendieron del vehículo, comenzando a disparar contra las personas que se encontraban en un automóvil Kia negro, cuyas ventanas traseras fueron impactadas por las balas.
Momentos de angustia para los familiares de la víctima
En el sector de la Concha Acústica, los familiares de Morán vivieron momentos de gran tristeza al no poder creer que salir a jugar un partido de vóley le costara la vida. Uno de sus allegados mencionó que Morán era albañil y que casi todos los días salía a jugar, ya que ese era su único "vicio" que compartía con sus amigos antes de regresar a casa.
Sin embargo, en medio del tiroteo, una bala perdida alcanzó a Morán en el abdomen, comprometiendo órganos vitales que finalmente le cobraron la vida.
Traslado de los heridos al hospital
Aterrados por el sonido de los disparos, los jugadores huyeron rápidamente en busca de refugio, mientras algunos intentaban socorrer a los heridos. La escena se llenó de caos y desesperación, con personas corriendo y gritando en todas direcciones para evitar una tragedia mayor.
En el mismo vehículo que había sido baleado, los tres heridos fueron trasladados de urgencia al hospital Sagrado Corazón de Jesús debido a la gravedad de sus lesiones, que incluían disparos en el pecho y el cuerpo. Fueron ingresados en estado crítico, bajo pronóstico reservado.
En el hospital, los familiares de los heridos mostraron signos de desesperación, lo que casi provoca una nueva trifulca. Ante esta situación, la Policía activó el "código plata" para restringir el acceso de personas ajenas al lugar, ya que circularon rumores de que algunos intentaban ingresar para rematar a los heridos.
En el lugar del incidente, la Policía recolectó varios indicios balísticos y recabó información con el fin de esclarecer las motivaciones detrás de este acto violento. Aunque la Policía aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el hecho, se manejan varias hipótesis. Una de ellas es que podría tratarse de un ajuste de cuentas entre bandas delictivas, ya que, minutos antes, se habría registrado un atentado con otros sujetos en el sector El Caserío, lo que podría haber originado una venganza.
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