En una noche que prometía ser tranquila, frente a las costas de Esmeraldas, un grupo de pescadores se encontraba en su rutina habitual cuando, de repente, unos sujetos armados abordaron su embarcación, por lo que se vieron obligados a luchar por sus vidas.

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Uno de ellos no dudó en reaccionar ante la inminente amenaza. “Cuando vi a los piratas acercándose, supe que debía actuar. No podía permitir que nos robaran y lastimaran a mis compañeros”, recordó el artesano con voz entrecortada. En un instante de desesperación y coraje, para defenderse, usó un arpón, con el cual logró herir a uno de los atacantes.

El herido, cuyo nombre se desconocía, fue llevado a una casa de salud, donde los médicos se enfrentaron a un desafío inesperado: el arpón había quedado incrustado en su mandíbula y fue necesario usar una pulidora para cortarlo. El ambiente en la sala de emergencias era tenso, mientras los profesionales de la salud luchaban por estabilizar al individuo.

A pesar de la gravedad de su situación, el sujeto mostró una sorprendente determinación. Antes de su traslado a un hospital en Quito, insistió en que le dieran el alta, ignorando las advertencias de los médicos sobre su estado crítico. “¡No me retengan! Necesito salir de aquí”, habría gritado, según contó una enfermera, revelando la obstinación del sujeto, que dejó a los profesionales atónitos. Su insistencia contrastaba con el dolor y la desesperación.

Artesano quería proteger a los compañeros

Mientras tanto, el pescador que había defendido a sus compañeros reflexionaba sobre lo ocurrido. “No pensé en mí, solo en ellos. Sabía que debía proteger a mis amigos... somos una familia en el mar”, comentó.

Su valentía resonaba en la comunidad pesquera de Esmeraldas, donde lo ven como un héroe. Sin embargo, la sombra del ataque pirata sigue acechando a quienes trabajan en alta mar.

El miércoles 5 de febrero de 2025, por la tarde, el gobernador de la provincia, Javier Buitrón, tuvo una reunión en el puerto pesquero, encuentro que se tornó crucial tras el reciente ataque.

Con representantes del gremio pesquero, Buitrón abordó la urgente necesidad de reforzar la seguridad en esta actividad que dinamiza la economía. Enfatizó en la importancia de encontrar la mejor estrategia para mejorar las medidas de control de acceso, vigilancia y presencia policial en el puerto.

El gobernador instó a los pescadores a unirse por el bien común. “La seguridad de nuestros pescadores es una prioridad. Debemos trabajar juntos”, manifestó. 

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