El preocupante avance de la delincuencia e inseguridad en nuestro medio, con crímenes que se cometen a diario, más asaltos, chantajes, extorsiones y violaciones, no solo se da en el territorio continental sino que también quienes cumplen sus faenas en el mar tienen que hacer frente a una persistente delincuencia que se manifiesta a través de los piratas, quienes despojan a los pescadores de sus pertenencias.

Insistentemente los perjudicados piden a la Armada Nacional para que se cumplan una amplia y efectiva labor de patrullaje en las zonas marítimas, utilizando nuevas naves, así como un mayor número de uniformados para enfrentar a los delincuentes de mar que siguen en aumento. A pesar del interés de las autoridades navales por cumplir esta labor de protección, al parecer, todavía resulta ineficiente la labor de los marinos para cubrir todas las áreas afectadas por la piratería.

Tal es la desesperación de los perjudicados que, para de alguna manera protegerse y continuar con sus faenas, han tenido que pactar con los delincuentes para recuperar sus motores y embarcaciones, sustraídas durante sus jornadas de pesca.

Por eso la importancia de la aprobación de la nueva Ley Orgánica de Navegación, Gestión de la Seguridad y Protección Marítima y Fluvial en los Espacios Acuáticos, aprobada por la Asamblea, para que la Armada mejore el control de la seguridad en el mar.