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Opinión

Editorial: Armas en la ‘Peni’

Durante la semana anterior los medios de comunicación difundieron una noticia que, en un primer momento, parecía increíble. En la Penitenciaría de Guayaquil, en los pabellones 6 y 9 se descubrieron cuatro garitas elevadas, donde los habilidosos reos vigilaban la llegada de agentes de control y desde lo alto disparaban durante los enfrentamientos entre bandas.De allí la relativa frecuencia de crímenes entre ellos.

Llama la atención que recién las autoridades policiales se enteran que algunas de las armas utilizadas por los reos fueron elaboradas por ellos mismos, con increíble destreza.De ahí las frecuentes matanzas como sucedió a principios de febrero de este año cuando hubo crímenes simultáneos en cárceles de Guayaquil, Cuenca y Latacunga, con el saldo de más de medio centenar de presos asesinados casi a las mismas horas.

En recientes requisas se decomisaron armas blancas y de fuego, así como también teléfonos celulares, todo esto introducido con la lógica complicidad de visitantes familiares o amigos.

Y lo que no se logra entender es cómo hicieron para ingresar todos estos instrumentos, ya que las requisas a los visitantes de los reos son minuciosas. Al final los malhechores terminan haciendo sus fechorías estando dentro o fuera de la cárcel. Así de simple.