SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Opinión

Editorial: Golpe traicionero

Su situación física y mental está a punto de reventar. Sus nervios colapsan. Llegan a sus casas cansados, tras intensas jornadas de trabajo de hasta 12 horas al día. Y también llegan molestos, porque cuando ellos salen de los hospitales luchando por mantener con vida y recuperar a decenas de personas contagiadas de COVID-19, al ir en el bus o en sus carros observan aglomeraciones, a gente sin mascarilla, fiestas, reuniones de ‘panas’ bebiendo como si nada pasara… como si fuesen inmunes al coronavirus.

Médicos, enfermeras y demás personal hospitalario están que no dan más con su trabajo. Danilo Calderón, gerente del hospital Teodoro Maldonado Carbo, resumió en pocas palabras esa irresponsabilidad ciudadana que acaba con cualquier moral: “Uno sale del hospital y ve a la derecha, dos casas más adelante están preparándose para una quinceañera; y ve a la izquierda y están en un cumpleaños (…) La situación física y mental de los médicos y demás personal está a punto de reventar”.

Por ahora la atención prioritaria a los pacientes con COVID los tiene ‘de cabeza’ en su trabajo, pero se desmoralizan al ver tanto sufrimiento, el dolor de los familiares, las necesidades que enfrentan para conseguir oxígeno y medicinas, y que muchos se les mueran en sus camas, cuando al mismo tiempo se observa tanta irresponsabilidad en las calles, en una acción de indolencia pura. Es un golpe traicionero a ese sacrificio del personal sanitario.