La alcaldesa de Guayaquil, en precampaña política para la reelección, no mide ni el gasto de combustible, de llevar 36 camionetas a Quito, ni el costo de la alimentación de las más de cien personas que la acompañaron al primer encuentro nacional de seguridad que convocó el presidente de la República, ni tampoco la falta que esos recursos podían hacer en la ciudad, con el más alto índice de criminalidad en el país.

El argumento de que quería mostrarle al presidente el aporte porteño para que no se lo cuenten no se lo cree ni el gobierno ni los ciudadanos, expectantes de “shows políticos” mientras la inseguridad los mantiene atrapados en sus casas.

¿Fue acertado el despliegue de vehículos y agentes del Municipio de Guayaquil a Quito?

“Se nos llevan hasta lo que nos hace falta. Considero que se tuvieron que haber quedado aquí resguardando la ciudad”.

“No estuvo bien que hayan ido hasta Quito todos esos carros. ¡Cuánta inversión se hizo con esa movilización! Y solo para hacer campaña política”.