El cantón Eloy Alfaro, que desde siempre se lo ha llamado Durán y que fuera durante algunos años una parroquia rural de Guayaquil, ahora unida no solo por largos puentes, también por la aerovía, sigue ‘muriendo’ de sed por la escasez de agua potable. El caso es que el proyecto, que se inició con mucho optimismo de mejoras del servicio para dotar del líquido vital a los durandeños, ha terminado teniendo graves irregularidades que lo han detenido.

La gigantesca obra para el suministro de agua potable al cantón que tuvo un costo de 32 millones de dólares y cuyo contrato fuera firmado por la alcaldesa Alexandra Arce y la empresa ESEICO S.A. tiene varias fallas en su estructura con procesos inconclusos lo que no ha permitido dar solución a tan importante servicio público. Lo oneroso del caso es que la Municipalidad tiene que pagar 120 millones de dólares en un plan de contingencia, es decir cuatro veces de lo que costó el proyecto inicial.

La Alcaldesa firmante del contrato, luego del examen de la Contraloría se prepara para dar una explicación en la Asamblea Nacional, mientras que el 60 por ciento de esa población sigue ‘en seco’ porque el agua nunca llegó...