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Opinión
Editorial: El doble filo de las armas traumáticas
El uso de armas traumáticas se vuelve cada vez más recurrente. En estos días, un adolescente fue atacado por delincuentes que intentaron robarle el celular. Tras resistirse, el menor de edad recibió un disparo en la cabeza. Aunque su situación es aún crítica, la autoridad decidió inculpar a los pillos por robo agravado y no como tentativa de asesinato. El argumento: no es un arma letal, pese a que puede causar daños irreversibles. Eso deja abierto el camino para que los bandidos evadan penas mayores. Y por supuesto, amedrenten a los ciudadanos, que exigen un mayor control de armas en el país, sobre todo porque estas se comercializan incluso en internet con el sello de “herramientas de protección”.
¿Qué opina del uso de armas no letales?
“No creo que no sean letales este tipo de armas. Pueden causar graves lesiones, incluso, al que las usa si no ha recibido alguna capacitación”.
“El uso de armas traumáticas debe estar normado bajo algún tipo de parámetro. La facilidad de obtener una de estas ha incrementado la delincuencia”.