Exclusivo
Judicial

Agentes recogieron el cuerpo de José Vargas, quien se ‘ruqueó’ y no despertó.Yadira Illescas / EXTRA

En Tungurahua fallecen un supuesto intoxicado y un electrocutado

A la 'huesuda' le gusta el nombre José. Se 'llevó' a dos sujetos llamados así. El primero murió al parecer por ingerir alcohol y el segundo por una descarga eléctrica.

Un venezolano y un ecuatoriano no vieron el amanecer, porque la muerte se les adelantó. A las 07:30 del 29 de septiembre, en el caserío El Rosario de Salasaca, parroquia de Pelileo, se comunicó el deceso de José Vargas (52 años).

El hombre tenía cuatro meses laborando en una construcción de alcantarillado en la comunidad, pero todos los días, luego del ‘camello’, bebía sin control, según sus ‘compas’ del trabajo.

Byron Saquinga, jefe de la obra, dijo a los agentes que le aconsejaban a Vargas que deje la ‘chupa’, pero nunca los oyó. El 28 de septiembre se fue a ‘ruquear’ a las 20:00, pero al día siguiente, cuando lo fueron a despertar no reaccionó.

El sargento Holguer Chicaiza, encargado de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased), manifestó que presumen que sufrió una intoxicación alcohólica, pero la necropsia determinará la causa.

El otro deceso se reportó en Baños de Agua Santa. José Graterol (42), de nacionalidad venezolana, falleció por una descarga eléctrica.

Él estaba pintando un hostal y una mala maniobra del andamio hizo que cayera y tropezara con los cables de alta tensión. De acuerdo con el fiscal César López, el golpe y la descarga eléctrica lo habrían matado.