El policía Bryan Pérez y el ciudadano Roberto Sánchez fueron hallados muertos y con señales de tortura. Estaban al costado de un camino de tercer orden del recinto San Pedro de Valdivia del cantón Puebloviejo, en Los Ríos.

Ambos salieron de la Unidad de Policía Comunitaria  de Baba a las 10:30 del pasado miércoles 2 de noviembre. Iban por la moto del tío de Sánchez, que fue robada en el recinto El Sartén de la parroquia Pimocha, cantón Babahoyo, en Los Ríos.

El agente Pérez constató la ubicación de los ‘choros’ por el rastreo del celular de la víctima. Las coordenadas indicaban que no estaban lejos, por eso fueron a buscarlos.

“Tío, no lo voy a dejar solo en esto”, fue lo último que dijo Roberto antes de subir en la moto del uniformado. Desde entonces nadie supo de ellos.

Los compañeros de Pérez, en cambio, notaron su ausencia cuando no pasó lista y empezaron a buscarlo. En el recorrido hallaron la moto en la que andaban las víctimas.

Estaba abandonada en el recinto La Esperanza. Los habitantes contaron que vieron cómo tres sujetos los secuestraron y los embarcaron en un auto. Pero a las 06:30 de ayer, se confirmó el hallazgo de los cadáveres.

El general Freddy Sarsoza, de la Dinased, dejó en claro que la muerte del uniformado no tiene relación con ningún grupo delincuencial.

“El hecho ocurrió cuando estaba prestando colaboración a un auxilio después del robo. Las unidades están levantando información para dar con los responsables”, mencionó el oficial.

Robo en ‘caleta’

Los pillos habrían entrado a la casa del tío de Sánchez. El hombre se iba a tomar un café cuando sintió algo helado en el cuello. Era un arma. Al intentar girarse le dijeron: “No te muevas chu...” y lo amarraron.

Los antisociales rebuscaron y hallaron dinero en efectivo (5.000 dólares) y se llevaron unos celulares y la moto.

Autopsia

El agente tenía un golpe contundente en la espalda y señales de estrangulamiento. Sánchez presentaba un porrazo en la frente y también habría sido ahorcado.