Exclusivo
Judicial
¿Quién estuvo detrás del robo de las 24 camionetas de una bodega en Quito?
El comandante de la Policía Nacional, el Ministro del Interior y un experto en Seguridad coinciden en algunos detalles de este caso.
El robo de 24 vehículos marca Toyota, de alta gama, fue un hecho que contó con planificación y filtración de información de parte de alguien que conoce los movimientos y vulnerabilidades de una bodega de la empresa Casabaca, en la parroquia Calderón, del norte de Quito.
En esto han coincidido el comandante general de la Policía Nacional, Fausto Salinas, y el experto en Seguridad Nelson Yépez. Además, sus declaraciones concuerdan que en este hecho ilícito hubo participación de la delincuencia organizada.
¿Qué banda? Es algo que aún se debe determinar. “Se investiga qué organización está detrás de esto”, sostuvo el jefe policial, luego de la recuperación de 22 de estos vehículos, la tarde del lunes 27 de marzo de 2023.
Estos automotores, el más económico valorado en 43 mil dólares, fueron robados la noche del sábado 25 de marzo, según han podido confirmar los investigadores, mediante las grabaciones de una cámara de seguridad.
Esta captó la salida de los primeros carros, a las 19:00, y de los últimos, poco después de las 22:00. Es decir, que el lote de vehículos fue retirado por los delincuentes en un lapso de tres horas.
Durante ese tiempo, al parecer, nadie pidió ayuda, sobre todo porque dos guardias de seguridad y un conserje habrían sido atados por los pillos, que habrían sido unos treinta, de acuerdo a datos extraoficiales.
Recuperación
Las primeras dos camionetas fueron encontradas al día siguiente en el sector Mena 2, del sur de Quito, y luego otra en un condominio de El Bosque, en el norte capitalino. De ahí se reportó el hallazgo de otros cinco carros, en terrenos baldíos de Buena Fe (Los Ríos) y Santo Domingo.
Finalmente, los últimos quince carros recuperados estaban en un galpón de la vía a la Mitad del Mundo.
¿Para qué los querían?
El ministro del Interior, Juan Zapata, adelantó una de las hipótesis: que estos vehículos serían utilizados para “fortalecer” las organizaciones delictivas, pues este tipo de carros podría soportar el peso de un blindaje que les serviría para enfrentarse a la Policía.
Por ese motivo se haría un llamado a las empresas que se dedican a ese servicio, para evitar situaciones irregulares.
Nelson Yépez añade también otras posibilidades, pero no descarta que estos carros pudieran ser utilizados para asuntos internos de alguna banda.
No obstante, apunta más a que la mayoría de estos vehículos iban a ser llevados a Colombia, probablemente a través de las fronteras con Carchi y por Sucumbíos. El problema para los delincuentes es que no les habría alcanzado el tiempo.
Para Yépez, al cometer el delito en horas de la noche, daría a entender que pensaron en tener al menos ocho horas para completar su operativo ilícito. Y para eso debían tomar varias rutas, “no iban a poner todos los huevos en la misma canasta. Se organizan bien”.
Sin embargo, en alguna parte del plan hubo una falla que hizo generar una alerta antes de que completaran su ‘misión”.
El experto señala que si otras empresas no mejoran sus sistemas de seguridad y tampoco evalúan a su personal podría haber nuevas filtraciones que lleven a robos similares o de otra magnitud.