Con resignación tomó Liliana Macías la muerte de su hermana Blanca Cecilia Macías, de 31 años, quien fue asesinada junto al conviviente, Jaime Eduardo Palacios, de 34 años, en la vía del recinto Oro Verde, zona limítrofe entre los cantones Quinsaloma y Quevedo, provincia de Los Ríos.

Mientras esperaba la entrega del cuerpo en la morgue de Quevedo, la mujer atribuyó el hecho a “la maldita droga”. Según la pariente, Blanca era consumidora desde los 17 años. Había estado en varias clínicas de rehabilitación, pero no pudo ‘parar’. “Buscaba consumir H y cocaína”, resumió.

Incluso, detalló que su hermana se dedicaba a la prostitución para alimentar a sus cinco hijos de 14, 12, 10, 5 y 3 años. Este último era de su actual pareja, a quien también le dispararon cuando estaban en Oro Verde, el miércoles 4 de mayo de 2022.

“Esto me afectaba muchísimo, ya que mi mamá y mi papá sufrían mucho por esta situación”, relató Liliana, quien destacó que el problema ha afectado a la familia.

Ahora la mamá de Blanca es quien se encuentra a cargo de los cinco menores huérfanos.

PAREJA

Una hermana de Jaime, la pareja de Blanca, también estuvo en la morgue haciendo el trámite de retirar el cuerpo. Ella explicó que su ñaño llevaba algún tiempo viviendo en la parroquia San Carlos, perteneciente a Quevedo, y no sabe qué estaba haciendo en el lugar donde los asesinaron.

El jefe de la Policía en Quinsaloma, Darío Álvarez, declaró que luego del ataque a la pareja, a unos dos kilómetros de distancia encontraron un automotor gris que habría perdido pista y se salió de la vía. Aparentemente, en ese automotor se movilizaban los atacantes de Blanca y Jaime, a quienes les descargaron unos diez balazos.